Los piercings pueden ser artísticos, pero conllevan riesgos de infección, reacciones alérgicas, cicatrices e incontinencia urinaria

A lo largo de la historia, el piercing corporal ha sido un símbolo de belleza, sexualidad y rituales de iniciación.

La realeza maya se perforó la lengua y los genitales; durante la época victoriana, muchas mujeres se perforaban los pezones. Después de la Segunda Guerra Mundial, se produjeron perforaciones en la lengua, los pezones y los genitales en Alemania. Hoy en día, la perforación del cuerpo sigue siendo común en las sociedades tribales de África, Asia y América del Sur.

En los EU, la perforación se generalizó durante la década de 1990 y quizás sea más popular que nunca.

"Soy médica especialista en dermatología. Mis colegas y yo hemos visto las complicaciones médicas que pueden causar las perforaciones corporales. Si bien las personas no necesariamente deben evitar las perforaciones, deben ser conscientes de los riesgos y las mejores prácticas. También es fundamental distinguir las perforaciones en las orejas relativamente seguras de las perforaciones más problemáticas y potencialmente peligrosas", dice Vijaya Daniel, residente de Dermatología en la UMass Chan Medical School.

Infecciones, cicatrices y daños en los nervios

Los problemas médicos derivados de las perforaciones en el cuerpo ocurren con frecuencia; la incidencia de complicaciones podría llegar a uno de cada cinco individuos.

Algunos problemas son relativamente menores: alergia a las joyas, sangrado, cicatrización y formación de queloides, que son crecimientos excesivos y gruesos de tejido cicatricial. Las complicaciones del daño nervioso también son posibles y, a veces, afectan los órganos internos o provocan sepsis, una enfermedad potencialmente mortal que requiere atención médica inmediata.

Otras complicaciones, menos comunes, incluyen abscesos cerebrales y endocarditis, una inflamación del corazón que puede poner en peligro la vida. No está claro cómo ocurren estas complicaciones, pero una hipótesis es que son causadas por infecciones de las agujas, tal vez por el equipo contaminado que se usó durante la perforación.

La perforación del cuerpo también está asociada con la transmisión de la hepatitis B y la hepatitis C. El riesgo puede provenir del procedimiento de perforación. Sin embargo, también es posible que los piercings no sean el problema; en cambio, la causa son otros comportamientos de alto riesgo (uso de drogas, afiliaciones a pandillas y ausentismo escolar, por ejemplo) que pueden estar asociados con las perforaciones.

No es raro que vea inflamaciones en la piel causadas por el contacto con el metal de la joyería. La prevalencia de la alergia a las joyas aumenta con el aumento del número de piercings que tiene una persona.

Hasta el 30 % de las personas con piercings en el cuerpo son alérgicas al níquel, que es un metal común que se encuentra en las joyas. Si tiene alergia al níquel, aún puede usar joyas, pero evite el níquel y use platino, acero inoxidable u oro en su lugar. Pero no use oro blanco, puede contener níquel.

Una advertencia sobre los piercings en la lengua y los genitales

Las perforaciones orales, que incluyen perforaciones en el labio superior o inferior y en la lengua, pueden estar asociadas con gingivitis, dientes astillados, grietas y fracturas, y recesión de las encías. Estos son causados por traumatismos continuos de dientes y encías cuando el individuo juega con el piercing.

Las personas con perforaciones en la lengua a menudo experimentan inflamación temporal de la lengua, dolor, dificultad para comer y salivación excesiva. Cuando se perfora la lengua o el pene, se espera una pequeña cantidad de sangrado, pero a veces puede ocurrir un sangrado severo.

De hecho, muchos hombres con perforaciones genitales han informado complicaciones. El piercing Prince Albert, que se produce al final del pene, se asocia con un estrechamiento de la abertura para la orina; a veces, se crean nuevos tractos que filtran semen y orina. En raras ocasiones, se asocia con carcinoma de células escamosas del pene.

Aunque las perforaciones son generalmente seguras cuando se sigue una higiene adecuada, es fundamental conocer los riesgos. Asegúrese de conocer las precauciones de seguridad e insista en que se utilicen. Los salones de piercing pueden variar en cuanto a la limpieza y la experiencia del practicante. Si tiene preguntas sobre el establecimiento que realiza la perforación, puede intentar consultar con su proveedor médico.

Y una palabra especial de advertencia para los niños que se someten a una perforación: un técnico, enfermera o médico experimentado debe realizar el procedimiento. Y debido a que el cuidado adecuado es crucial para disminuir las posibilidades de infección, las perforaciones deben realizarse solo una vez que el niño sea lo suficientemente maduro para cuidar el área.

Artículo original en The Conversation