Monkeypox: Los últimos datos revelan cómo el virus ha afectado a mujeres y personas no binarias
Se sospechaba de transmisión sexual en alrededor del 90 % de las mujeres transgénero, pero solo en el 61 % de las mujeres cisgénero y las personas no binarias.
LONDRES.-Desde mayo de 2022, se ha informado de un brote mundial de infecciones humanas por viruela del simio en más de 78 000 personas. Hasta ahora, las infecciones se han producido de forma abrumadora en hombres sexualmente activos que tienen relaciones sexuales con hombres.
“Dado que la gran mayoría de las infecciones se han producido en hombres homosexuales, bisexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, la mayoría de los datos que tenemos sobre el impacto global de la viruela del simio y cómo se transmite ha sido en este grupo. Como tal, no hemos sabido completamente cuántos casos de viruela del simio estaban afectando a mujeres o personas no binarias asignadas como mujeres al nacer, y cómo se transmite en estos grupos. Esto es lo que ha descubierto nuestra última investigación”, dice Chloe Orkin, catedrática de Medicina del VIH en la Universidad Queen Mary de Londres.
“Me puse en contacto con mis colegas investigadores en países que registran un alto número de infecciones de viruela del simio y les pedí que colaboraran en una serie de casos que analizan las características de la viruela del simio en las mujeres. Nuestro estudio incluyó datos de 15 países, incluidos EU, Francia, España, México, Chile y Nigeria”, detalla.
“Nuestra serie de casos incluyó a 136 personas en total. De estas, 69 eran mujeres cisgénero (mujeres a las que se les asignó el sexo femenino al nacer y que se identifican como mujeres), 62 eran mujeres transgénero y cinco eran personas no binarias a las que se les asignó el sexo femenino al nacer. Encontramos muchas similitudes y varias diferencias en la forma en que se transmite la viruela del simio y los síntomas que causaba la enfermedad en mujeres cisgénero, mujeres transgénero y personas no binarias”.
Se sospechaba de transmisión sexual en alrededor del 90 % de las mujeres transgénero, pero solo en el 61 % de las mujeres cisgénero y las personas no binarias. La transmisión no sexual solo se informó en mujeres cisgénero y ocurrió como resultado del contacto doméstico con una persona con viruela del simio o una exposición en el trabajo. En algunas mujeres cisgénero y personas no binarias, los médicos no estaban seguros de la vía de transmisión.
En general, los síntomas de la enfermedad fueron similares a lo que se ha descrito en los hombres, y la gran mayoría de los participantes informaron erupciones y llagas anales y genitales que correspondían al tipo de sexo que tenían. La erupción y las llagas a veces iban acompañadas o precedidas de fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y dolor de garganta. Las mujeres cisgénero que adquirieron la viruela del simio de forma no sexual tenían menos probabilidades de tener erupciones o llagas anales o genitales, aunque los síntomas eran similares.
“Y así como describimos el virus de la viruela del simio en el semen en un estudio anterior, también lo encontramos en el fluido vaginal. Esto hace que sea aún más probable que la viruela del simio se transmita a través de fluidos sexuales, así como a través del contacto de piel con piel”, indicaron.
“También mostramos que la mitad de las mujeres transgénero que contrajeron la viruela del mono vivían con el VIH en comparación con solo el 6% de las mujeres cisgénero. Las personas que viven con el VIH han tenido un alto riesgo de contraer la viruela del simio durante el brote por razones que aún no están del todo claras y nuestra investigación de datos continúa respaldando este hallazgo”.
“También descubrimos que las mujeres cisgénero tenían muchas más probabilidades de recibir un diagnóstico erróneo y de acudir a los servicios de urgencias con síntomas. Por eso es tan importante comprender cómo se transmite la viruela del simio en diferentes grupos y educar a los médicos de todo el mundo sobre qué buscar”, agregó Orkin.
Situación actual
Desde el pico aparente del brote en agosto, el número de casos de viruela símica parece haber disminuido drásticamente en muchos países, incluidos Francia, el Reino Unido, Canadá y partes de los EU. Por ejemplo, 13 países europeos no han informado de un nuevo caso de viruela del mono en los últimos 21 días.
Esto parece indicar que las intervenciones de salud pública que se utilizan en muchos países para combatir la viruela del simio, como las vacunas y alentar a las personas a cambiar su comportamiento sexual, parecen estar funcionando. Nuestros datos también indican que el riesgo de que la viruela del mono se generalice aún más en la población sigue siendo bajo.
Pero si bien los casos pueden estar disminuyendo en muchos países, siguen siendo altos en América Latina, especialmente en Brasil. En África occidental y central, han estado luchando durante 50 años. Es de suma importancia que estas regiones también tengan acceso a vacunas para evitar una mayor propagación y daños. Actualmente, muchos países tienen acceso limitado a las vacunas.
“Nuestro estudio destaca lo importante que es monitorear la propagación de la enfermedad en grupos que pueden no haber sido afectados inicialmente, especialmente para prevenir una mayor transmisión y daño. Nuestro estudio también destaca la importancia de que los científicos informen tanto sobre el sexo como sobre la identidad de género en sus investigaciones”, comenta la experta.
“Hasta hace poco, los estudios no preguntaban a las personas sobre su sexo al nacer ni sobre su identidad de género. No hacer estas preguntas significa que no podemos mejorar la salud si ni siquiera sabemos qué problemas de salud tienen las personas o cómo ciertas condiciones de salud pueden transmitirse a diferentes partes de una población. Esta información también es crucial para brindar una mejor atención a las personas, especialmente a aquellas que están subrepresentadas”, finalizó.
Artículo original publicado en The Conversation