¿Cómo proteger a las mascotas durante un huracán?
Los peludos miembros de la familia merecen seguridad y amor durante un huracán
Los huracanes pueden ser extremadamente destructivos, ya que pueden provocar vientos fuertes, lluvias torrenciales, marejadas ciclónicas (oleaje anormalmente alto) e inundaciones.
La madrugada de este miércoles 25 de octubre, el huracán "Otis" alcanzó la categoría 5 con vientos máximos sostenidos de 270 km/h, afectando inmediaciones de Acapulco de Juárez, Guerrero.
Así como es importante que las personas extremen precauciones durante fenómenos como estos, también es indispensable cuidar de las mascotas, por lo que compartimos algunas recomendaciones sobre cómo cuidar a las mascotas durante un huracán:
Consejos para la seguridad de tus mascotas:
Según información proporcionada por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés), estas son algunos puntos a consideración para el cuidado de tus mascotas.
- Durante una tormenta, mantén a los animales dentro de la casa. No en azoteas, no en los patios o terrazas.
- Prepara un kit para mascotas en caso de desastre.
- Busca un lugar seguro dentro de la casa para tu mascota, donde podría esconderse al estar estresada o con miedo.
- Busca refugios donde permitan el acceso a tu mascota, en caso que debas evacuar de tu vivienda. También considera buscar un veterinario o un hospital para animales en la zona más cercana.
- Durante una tormenta o huracán, mantén a tu mascota alejada de cristales y ventanas.
- Considera incluir alimento y agua para tu mascota en las provisiones.
- No intentes abrazar a una mascota que esté lastimada puesto que podría asustarla o causarle dolor, y siempre mantén la cara lejos de la boca del animal.
- Cualquier contacto que tengas con tu mascota debe realizarlo en forma lenta y suave.
- Evita salir de casa durante una tormenta.
Si por alguna razón debes salir una vez que haya pasado la tormenta, es importante que tengas a tu mascota con una correa puesta, ya que pueden desorientarse o perderse tras haber presenciado un desastre natural.