¿Pasas más de 11 horas sentado al día? Según estudios, podrías correr el riesgo de morir más pronto

CIUDAD DE MÉXICO.- El sedentarismo, a menudo subestimado, emerge como uno de los mayores males del siglo actual. Aunque pueda parecer inofensivo, su impacto en la salud puede resultar más letal que otros malos hábitos. Expertos en salud advierten que el sedentarismo es considerado mortal, afectando a una gran parte de la población, especialmente debido a las condiciones laborales actuales que fomentan largas horas de inactividad física.

Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Yale reveló que estar sentado durante más de 8 horas al día incrementa significativamente el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, convirtiéndose así en un factor de riesgo para una muerte prematura. Según los hallazgos de este estudio, aquellos que superaban este límite horario tenían un 20 por ciento más de probabilidades de sufrir problemas cardíacos, en su mayoría ataques al corazón.

Estudios que respaldan la advertencia

Múltiples investigaciones respaldan la gravedad de las consecuencias del sedentarismo. Un estudio realizado por la Universidad de California, publicado en el Journal of The American Hearth Association, señala que pasar más de 11 horas al día sentado aumenta significativamente el riesgo de morir por fallo cardiaco. Este riesgo se ve agravado en personas con condiciones de salud preexistentes como cáncer, diabetes o hipertensión, quienes tienen casi un 60% más de probabilidad de fallecer si llevan un estilo de vida sedentario, en comparación con aquellos que mantienen una actividad física regular.

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Urgencia de tomar medidas

Ante la evidencia contundente de los efectos adversos del sedentarismo en la salud, es urgente tomar medidas para promover un estilo de vida más activo. Fomentar la realización de pausas activas durante la jornada laboral, así como dedicar tiempo a la práctica de ejercicio físico regular, son acciones fundamentales para contrarrestar los riesgos asociados con la inactividad prolongada. Es responsabilidad tanto de individuos como de instituciones velar por la promoción de hábitos de vida saludables, con el fin de prevenir enfermedades y promover el bienestar general de la población.