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Descubre la curiosa leyenda del Queso Roquefort

El queso roquefort es uno de los tesoros culinarios más valorados de Francia y del mundo.

Descubre la curiosa leyenda del Queso Roquefort

El queso roquefort es uno de los tesoros culinarios más valorados de Francia y del mundo. Este queso azul, conocido por sus distintivas vetas y su textura suave, tiene una historia tan rica y compleja como su sabor.

Aquí te contamos cómo surgió esta delicia por un curioso accidente y las características que lo hacen tan especial.

La leyenda más popular sobre el origen del queso roquefort cuenta que, en la localidad de Roquefort-sur-Soulzon, un joven pastor dejó su comida en una cueva para seguir a una hermosa mujer que había visto. Cuando regresó días después, encontró que el queso que había dejado se había cubierto de moho. Lejos de desecharlo, decidió probarlo y descubrió que el moho había transformado el queso en algo exquisito. Así nació el roquefort, gracias a las condiciones especiales de las cuevas y al hongo natural Penicillium roqueforti.

Características únicas del queso roquefort

El roquefort se elabora exclusivamente con leche de oveja de la raza Lacaune, que prospera en la región de Causses del Aveyron. Las ovejas Lacaune son conocidas por su capacidad para producir leche de alta calidad en un entorno de clima húmedo y poco soleado, ideal para la producción de este queso.

Lo que distingue al roquefort son sus vetas azuladas, producto del moho Penicillium roqueforti. Este queso tiene una textura cremosa y un sabor intenso, ligeramente salado y con un toque de frescura. Su corteza es firme, protegiendo un interior suave y untuoso.

Proceso de maduración

La creación del queso roquefort implica un cuidadoso proceso de maduración que se lleva a cabo en dos etapas. Primero, el queso se madura en cámaras controladas a una temperatura constante de 8 grados y alta humedad. Este entorno permite que el moho crezca uniformemente, desarrollando el sabor y la textura característicos del roquefort.

Debido a la especificidad de su producción, el roquefort fue el primer queso en obtener una denominación de origen, lo que garantiza que solo los quesos producidos en ciertas condiciones y ubicaciones puedan llevar este nombre.

Cómo disfrutar del queso roquefort

El queso roquefort es versátil y puede disfrutarse de muchas maneras. Es perfecto para untar en pan o galletas, y su sabor intenso lo hace ideal para salsas y platos gourmet.

También se marida bien con frutas frescas y sabores dulces, que equilibran su potencia. Prueba acompañarlo con aceitunas negras para una combinación deliciosa.

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