Toque masculino, pero familiar
En el Departamento Ahuehuetes Norte, en la Ciudad de México, resaltan los materiales masculinos, como el concreto aparente en láminas precoladas que se combina con recinto volcano; sin embargo, no es el hogar de un hombre solo, sino de una familia.
“Hicimos un trabajo muy riguroso de composición, de balance y selección de materiales, no es un proyecto de interiorismo común porque en México suelen predominar paletas diurnas, con materiales más suaves y colores claros, pero en este caso es una paleta muy masculina y contemporánea, se buscaba ese contraste”, comenta el arquitecto David Dana, líder del despacho homónimo y quien dirigió la obra.
“La vegetación se usa para contrarrestar, por eso tenemos un muro vertical de remate, a base de una jardinería colgante”.
El cliente le contó que había comprado un departamento y estaba completamente vacío, en el que sólo se veían los muros perimetrales, la estructura, las losas y las trabes; ahí comenzó la labor de diseño.
“Es un departamento de dos niveles, venía ya con el hueco de un desarrollo de escalera intencionado, lo primero fue desarrollar el layout, nos dimos cuenta que nos beneficiábamos mucho en planta alta si reubicábamos la escalera”.
Así, pudieron amenizar la planta alta, porque el edificio se construyó con unidades en segundos niveles que tenían plantas compactas, y ello dificultaba lograr el programa solicitado, el cual incluía tres recámaras con baño y vestidor.
“Lo que hicimos fue desembocar la escalera en un estudio y que de ese estudio uno acceda a las habitaciones, eso nos permitió evitar los pasillos, de modo que cada centímetro del proyectos sea visible y forme parte de la composición arquitectónica y artística”, indica Dana.
Sin muros
De acuerdo con el arquitecto, una de las bondades de la planta baja del departamento es que todo su frente longitudinal es ventana, con una vista bonita hacia el interior y contacto con la naturaleza hacia afuera.
“Nos ofrecieron un balconcito que no te permitía amueblarlo y venía ajardinado, la jardinera ya era partícipe en el proyecto de interiorismo”, detalla Dana.
“Pero tienes ese ventanal continuo y fue eso lo que nos dio la premisa de no utilizar muros en la planta baja; uno accede a un vestíbulo y de inmediato ves la continuidad de la sala al comedor y a un costado, a través de unas puertas de vidrio, tienes la cocina”.
También, con la finalidad de que se usara la mayor cantidad de iluminación natural posible, no se subdividieron los espacios.
“La intención fue que siempre se tenga presente la vista de Ahuehuetes Norte, como es un primer nivel, se tienen las copas de los árboles ahí, inmediatas”.
La continuidad del contacto con la naturaleza se mantiene en planta alta, donde la recámara principal goza de una terraza con un fire pit y una gran vista a la calle arbolada.
Los clientes pidieron que el baño estuviera abierto hacia la recámara, por ello este espacio se separó de la habitación con un vidrio, que se puede controlar con una persiana eléctrica de piel gris oxford.
“Es muy residencial, contemporáneo y elegante, a base de ideas que no se habían visto; ellos se pueden bañar con la persiana arriba y todo el baño goza de iluminación natural que absorbe desde el ventanal de la recámara o, si buscan la privacía, bajan la persiana”.
Para el artífice, éste fue un proyecto con muchas bondades, donde la familia le dio luz verde para usar esa paleta de materiales oscuros, poco común en diseños residenciales que crean su gran personalidad.
En corto...
+ La obra abarca una superficie de 307 metros cuadrados.
+ Fue de los primeros proyectos verticales de bajo impacto (4 niveles) en Ahuehuetes Norte, porque la vialidad estaba restringida a construcciones horizontales.
+ El despacho diseñó parte del mobiliario, como la cabecera de la recámara principal, a base de lambrin de roble puro.