Riesgos de beber alcohol al tomar antibióticos

Evitar el consumo de alcohol durante un tratamiento con antibióticos es crucial para garantizar la efectividad del medicamento y minimizar los riesgos para la salud. Aquí te explicamos las principales razones por las que los especialistas recomiendan esta precaución.

Los antibióticos se utilizan para combatir infecciones bacterianas, ya que inhiben el crecimiento de las bacterias. Sin embargo, no son eficaces contra virus como el resfriado común o la gripe, por lo que su uso debe estar siempre bajo prescripción médica. Un uso inadecuado puede generar resistencia bacteriana, haciendo que futuros tratamientos sean menos efectivos.

Aunque el consumo moderado de alcohol no necesariamente genera un riesgo grave, el médico Pedro Pinheiro advierte que diversos factores, como el tipo de antibiótico, la infección tratada y la condición clínica del paciente, deben considerarse. Estos elementos influyen en los posibles efectos secundarios y en la efectividad del tratamiento.

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¿Por qué no debes mezclar alcohol con antibióticos?

Fernando Ayala Zavala, del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, señala que el consumo de alcohol durante un tratamiento puede interferir con el funcionamiento del hígado. Esto dificulta la metabolización tanto del alcohol como del antibiótico, lo que podría retrasar la recuperación y afectar el éxito del tratamiento.

Por otro lado, desde el portal Mayo Clinic se advierte sobre efectos secundarios como náuseas, mareos, malestar estomacal y somnolencia. Además, Pinheiro recalca que mezclar alcohol con antibióticos aumenta el riesgo de daño hepático, lo que podría llevar a complicaciones graves como el coma o incluso la muerte.

Finalmente, para evitar estos riesgos, es recomendable esperar al menos 24 horas después de terminar el tratamiento antes de consumir alcohol. Durante este tiempo, el antibiótico sigue en el sistema, y es importante darle al cuerpo tiempo para recuperarse completamente.