Consecuencias del consumo de alimentos ultraprocesados

El aumento del consumo de alimentos ultraprocesados, como refrescos y snacks empaquetados, ha encendido las alarmas en el ámbito de la salud.

Estos productos, caracterizados por su alto contenido de ingredientes artificiales y bajo valor nutricional, han pasado a formar parte esencial de la dieta moderna. Sin embargo, su conveniencia y sabor esconden graves riesgos para la salud, tal como lo advierte Chris van Tulleken, autor del libro Ultra-Processed People, quien detalla las afectaciones físicas y cognitivas que resultan de su consumo regular.

El vínculo entre ultraprocesados y la obesidad

Uno de los efectos más evidentes del consumo de ultraprocesados es el aumento de peso. Estos alimentos suelen estar cargados de azúcares, grasas y sal, lo que incrementa la ingesta calórica sin aportar los nutrientes esenciales. Este desequilibrio ha contribuido al incremento de la obesidad en la población, factor clave en el desarrollo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y los problemas cardiovasculares.

Enfermedades cardíacas en la mira

El alto consumo de ultraprocesados también está directamente relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas. Un meta-análisis reciente, publicado en la revista BMJ, reveló que las dietas ricas en estos productos incrementan la probabilidad de muerte por complicaciones cardiovasculares. La combinación de grasas saturadas, azúcares añadidos y sodio eleva la presión arterial y el colesterol, afectando de manera severa el corazón.

Efectos sobre la salud mental y el cerebro

No solo el cuerpo se ve afectado por los ultraprocesados, también la mente. Estudios han mostrado una correlación entre su consumo y un mayor riesgo de depresión y ansiedad. Un informe publicado en Nutrients indicó que quienes basan su dieta en estos productos tienen un riesgo significativamente mayor de padecer trastornos mentales.

Además, investigaciones en Brasil señalan que el deterioro cognitivo, manifestado en problemas de memoria y concentración, ocurre más rápidamente en personas que consumen ultraprocesados en grandes cantidades.

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Problemas digestivos y enfermedades inflamatorias

El sistema digestivo también sufre las consecuencias de una dieta rica en ultraprocesados. La falta de fibra en estos alimentos, junto con el uso de aditivos y conservantes, puede provocar problemas como el estreñimiento y la inflamación intestinal. Además, estos ingredientes artificiales contribuyen a una respuesta inflamatoria crónica en el cuerpo, agravando afecciones como la artritis y aumentando el riesgo de enfermedades cardíacas.

Un riesgo latente de cáncer

Si bien se necesita más investigación, algunos estudios preliminares sugieren una posible relación entre el consumo frecuente de alimentos ultraprocesados y un mayor riesgo de desarrollar cáncer, especialmente el colorrectal. La presencia de conservantes y aditivos químicos podría ser un factor clave en esta asociación.

Con información de El Universal