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El veneno de un lagarto de Sonora inspiró la creación de medicamentos para bajar de peso: Wegovy y Ozempic

El veneno del lagarto de Gila, un reptil de Sonora, inspiró la creación de medicamentos como Wegovy y Ozempic.

El veneno de un lagarto de Sonora inspiró la creación de medicamentos para bajar de peso: Wegovy y Ozempic

El desarrollo de medicamentos ha tenido muchas fuentes de inspiración, y algunas de las más sorprendentes provienen de la naturaleza. Un ejemplo fascinante es el medicamento Wegovy, que fue inspirado por el veneno del lagarto de Gila, un reptil originario de Sonora, México. Este veneno contiene una sustancia llamada exendina-4, que resultó ser clave en la creación de medicamentos para tratar la diabetes tipo 2, como Ozempic y Wegovy.

Origen del medicamento

Los científicos descubrieron que la exendina-4, presente en el veneno del lagarto de Gila, tiene una estructura similar a una hormona humana llamada GLP-1 (glucagon-like peptide 1). El GLP-1 se libera después de comer y es esencial para regular los niveles de azúcar en la sangre. Sin embargo, la exendina-4 tiene la capacidad de prolongar su efecto en el cuerpo, lo que la hace más eficaz como tratamiento.

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A partir de esta idea, los investigadores crearon semaglutida, un derivado de la exendina-4, que permanece más tiempo en el cuerpo y ejerce su efecto farmacológico de manera más prolongada. Así nacieron Wegovy y Ozempic, medicamentos que contienen semaglutida y que se usan no solo para tratar la diabetes tipo 2, sino también para el control de peso.

Otros venenos inspiradores

El veneno del lagarto de Gila no es el único en la historia de la medicina que ha sido aprovechado para desarrollar fármacos innovadores. Por ejemplo, el veneno de la víbora de cascabel brasileña inspiró los inhibidores de la ECA (enzima convertidora de angiotensina). En la década de 1960, los investigadores aislaron un péptido del veneno de esta serpiente que inhibe la ECA, lo que ayuda a reducir la presión arterial. Este descubrimiento llevó al desarrollo de captopril, un medicamento que ha sido fundamental en el tratamiento de la hipertensión.

Otro ejemplo proviene de los caracoles cono, que producen péptidos venenosos utilizados en el medicamento ziconotide, un potente analgésico. También, el tunicado del Caribe, una criatura marina, ha dado lugar al fármaco trabectedina, utilizado para tratar cánceres de tejidos blandos avanzados.

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De la naturaleza a la medicina moderna

La naturaleza sigue siendo una fuente invaluable de compuestos medicinales, y los científicos continúan explorando nuevas formas de aprovechar estos venenos para crear tratamientos innovadores. Por ejemplo, el veneno de las leeches medicinales ha dado lugar a anticoagulantes como el bivalirudina y desirudina, que son utilizados para prevenir la formación de coágulos sanguíneos peligrosos.

El warfarin, otro anticoagulante, tiene una historia curiosa. Originalmente utilizado como veneno para roedores, fue descubierto debido a una enfermedad misteriosa que afectó al ganado en Estados Unidos, causada por el heno de trébol dulce enmohecido. El compuesto nocivo, llamado dicumarol, se convirtió en el precursor del warfarin.

Artículo original publicado en The Conversation

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