¿Quiénes no pueden comer cacahuates?
El cacahuate es una botana popular y versátil con importantes beneficios nutricionales, aunque su consumo no es recomendado para ciertos grupos de personas.
El cacahuate, un fruto seco muy popular en diversas presentaciones como salado, enchilado, garapiñado o japonés, es reconocido por sus múltiples beneficios para la salud. Además de ser una opción de botana versátil, este alimento es una excelente fuente de proteínas, vitaminas, minerales y “grasas buenas”.
Beneficios del cacahuate
Según la Fundación Española de Nutrición, su consumo se recomienda especialmente para mujeres embarazadas, ya que favorece el desarrollo y crecimiento del bebé, al tiempo que reduce el riesgo de malformaciones.
Este fruto también contribuye al fortalecimiento del sistema inmunológico, nervioso y musculoesquelético, así como a la prevención de enfermedades como la anemia, diabetes, aterosclerosis y afecciones cardíacas. Sin embargo, aunque su valor nutricional es indiscutible, existen ciertos grupos de personas que deben evitar o moderar su consumo.
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Personas que no deberían consumirlos
Uno de los principales riesgos asociados al consumo de cacahuates es la alergia. De acuerdo con Mayo Clinic, las personas con alergias al cacahuate pueden experimentar reacciones graves, como erupciones cutáneas, hinchazón o dificultades respiratorias. Esta alergia ocurre cuando el sistema inmunológico del cuerpo identifica las proteínas del cacahuate como dañinas, desencadenando una respuesta alérgica.
Asimismo, las personas con problemas digestivos, como colitis o síndrome de intestino irritable, deben evitar el consumo de cacahuates. Su difícil digestión puede irritar o inflamar el tracto digestivo, ocasionando malestares como dolor abdominal, diarrea y vómitos. Los frutos secos en general pueden ser irritantes para personas con estas condiciones.
Finalmente, aquellos que sufren de hipertensión deben tener precaución con el consumo de cacahuates procesados, ya que estos suelen contener altos niveles de sodio. El exceso de este mineral puede provocar un aumento de la presión arterial, lo que puede ser peligroso para quienes padecen esta condición.