La música puede cambiar cómo recuerdas el pasado

¿Alguna vez has sentido cómo una canción específica puede traer de vuelta un torrente de recuerdos? Tal vez sea la melodía que sonaba durante tu primer baile o el himno de un inolvidable viaje por carretera. Aunque solemos pensar en estos recuerdos musicales como instantáneas fijas del pasado, una investigación reciente sugiere que la música podría ir más allá de solo evocar recuerdos: podría transformar la forma en que los recuerdas.

Un equipo de investigadores liderado por un psicólogo del Instituto de Tecnología de Georgia, junto con expertos en música de la Universidad de Colorado Boulder, ha descubierto fascinantes conexiones entre música, emoción y memoria. En este estudio, publicado recientemente, se encontró que escuchar música puede modificar las emociones asociadas a los recuerdos, abriendo nuevas posibilidades para ayudar a las personas a lidiar con memorias difíciles.

Música, emociones y recuerdos

Cuando escuchas música, no solo tus oídos están en acción. Las áreas del cerebro responsables de las emociones y la memoria, como el hipocampo y la amígdala, también se activan. El hipocampo es esencial para almacenar y recuperar recuerdos, mientras que la amígdala procesa emociones. Esta interacción explica por qué algunas canciones no solo son memorables, sino también profundamente emocionales.

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El equipo de investigadores se preguntó si la música no solo evocaba recuerdos, sino si también podía alterar el contenido emocional de los mismos. Basaron su hipótesis en el concepto de reactivación de la memoria, según el cual, al recordar algo, el recuerdo se vuelve temporalmente maleable y puede incorporar nueva información.

El experimento: Cómo la música transforma los recuerdos

Para probar esta idea, diseñaron un experimento de tres días:

1. Día 1: Los participantes memorizaron una serie de historias breves y emocionalmente neutrales.
2. Día 2: Recordaron estas historias mientras escuchaban música positiva, música negativa o en silencio. Durante esta etapa, se registró su actividad cerebral mediante escáneres fMRI, que detectan cambios en el flujo sanguíneo del cerebro.
3. Día 3: Los participantes recordaron las historias nuevamente, pero sin música.

Los resultados fueron sorprendentes. Las historias que se recordaron con música emocional se modificaron para incorporar elementos emocionales que coincidían con el tono de la música. Por ejemplo, las historias neutrales que se evocaron con música positiva se recordaron posteriormente como más positivas, incluso en ausencia de la música.

Los escáneres cerebrales revelaron mayor actividad en el hipocampo y la amígdala durante la escucha de música mientras recordaban las historias. Además, se observó una fuerte comunicación entre estas áreas emocionales y las partes del cerebro involucradas en el procesamiento visual. Esto sugiere que la música no solo influye en las emociones, sino que también añade detalles emocionales a los recuerdos imaginados visualmente.

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El impacto de las memorias musicales

Estos hallazgos indican que la música actúa como un “anzuelo emocional”, entrelazándose con los recuerdos y alterando sutilmente su tono emocional. Además, sugiere que los recuerdos son más flexibles de lo que se creía, y pueden ser influenciados por estímulos externos como la música durante su evocación.

Implicaciones para la vida diaria y la medicina

Este descubrimiento tiene implicaciones tanto en la vida cotidiana como en el ámbito médico:

• Salud mental: Para personas que enfrentan trastornos como depresión o estrés postraumático (PTSD), donde los recuerdos negativos son predominantes, la música cuidadosamente seleccionada podría ayudar a reformular esos recuerdos y reducir su impacto negativo.
• Intervenciones terapéuticas: Podría abrir nuevas vías para el uso de la música en tratamientos para condiciones de salud mental, aprovechando su capacidad de remodelar las emociones asociadas a los recuerdos.

En la vida diaria, este estudio resalta el poder de la música que elegimos como banda sonora de nuestra vida. Las canciones que escuchamos mientras recordamos o vivimos experiencias podrían estar moldeando cómo las recordaremos en el futuro.

Así que, la próxima vez que pongas tu lista de reproducción favorita, piensa no solo en cómo mejora tu estado de ánimo actual, sino también en cómo podría estar influyendo en tus futuros recuerdos. Al final, las memorias, al igual que las canciones, pueden ser mezcladas y remasterizadas por la música.

Artículo original publicado en The Conversation