¿Cómo detener el hipo? Estudio revela consejos

El hipo es una condición común caracterizada por contracciones involuntarias del diafragma, el músculo responsable de la respiración. Estas contracciones provocan el cierre repentino de las cuerdas vocales, generando el característico sonido del “hip”. Según la Mayo Clinic, algunas de las causas más frecuentes incluyen comer rápido, ingerir bebidas carbonatadas, cambios bruscos de temperatura o situaciones de estrés.

Causas, remedios caseros y cuándo preocuparse

En la mayoría de los casos, el hipo desaparece por sí solo en pocos minutos. Sin embargo, en algunas ocasiones, el hipo persistente puede ser señal de problemas médicos más complejos, como úlceras, esofagitis o alteraciones metabólicas. En bebés, el hipo es común y no suele requerir tratamiento, ya que generalmente se resuelve sin intervención.

Si el hipo no desaparece rápidamente, existen varios métodos populares para aliviarlo. Beber agua fría o chupar hielo es una técnica eficaz, ya que puede estimular el nervio vago y relajar el diafragma. Otra opción es inclinarse hacia adelante y beber agua desde el borde opuesto del vaso, lo que puede alterar el patrón respiratorio y disminuir las contracciones del diafragma.

Otra forma común de aliviar el hipo es aguantar la respiración por entre 10 y 20 segundos. Este acto aumenta los niveles de dióxido de carbono en el cuerpo, lo que ayuda a relajar el diafragma. Asimismo, consumir una cucharada de azúcar o miel puede estimular el nervio vago y detener el hipo.

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En algunos casos, se recomienda inhalar y exhalar lentamente dentro de una bolsa de papel, lo que también incrementa los niveles de dióxido de carbono y favorece la relajación del diafragma. Estos métodos son efectivos en situaciones normales, pero si el hipo persiste por más de 48 horas o se vuelve recurrente, es crucial buscar atención médica.