¿Por qué es importante lavar la ropa nueva antes de estrenarla?
Evita riesgos para la salud y prolonga la vida útil de las prendas con estas recomendaciones.
Comprar ropa nueva genera entusiasmo por estrenarla de inmediato, pero es esencial lavarla antes de usarla. Esta acción no solo previene riesgos para la salud, sino que también asegura una mejor conservación de las prendas. A continuación, te explicamos los motivos detrás de esta recomendación y cómo hacerlo correctamente.
- La suciedad en ropa nueva
Aunque las prendas luzcan impecables en los aparadores, están expuestas al contacto con múltiples personas. En probadores y tiendas, estas pueden acumular maquillaje, sudor e incluso bacterias.
Según el portal Evo Home, materiales textiles pueden albergar parásitos, hongos y microorganismos capaces de causar molestias cutáneas o infecciones. Esto hace particularmente importante lavar ropa interior, calcetas y trajes de baño antes de usarlos.
- Riesgos de las sustancias químicas
Las fibras textiles suelen estar tratadas con químicos que mantienen su apariencia en tienda, pero estas sustancias pueden causar reacciones alérgicas, como eritema, comezón o descamación. Esto es especialmente preocupante en la ropa para bebés, ya que su piel es más sensible y propensa a irritaciones.
- Cómo inspeccionar las prendas al comprar
Antes de pagar, revisa cuidadosamente que las zonas más propensas al contacto, como axilas y trasero, no presenten manchas ni olores. Este paso básico puede ayudarte a evitar complicaciones posteriores y asegurar que las prendas sean aptas para su uso.
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- Métodos adecuados para lavar ropa nueva
El lavado adecuado depende del tipo de prenda y las recomendaciones del fabricante. Para ropa de telas gruesas, se sugiere agua caliente (30 °C), mientras que las telas ligeras deben lavarse con agua tibia (20 °C). Las áreas delicadas, como ropa íntima y para bebés, se benefician del lavado a mano con jabón neutro, que no irrita la piel ni daña las fibras.
Lavar la ropa nueva no es una tarea innecesaria, sino un hábito que protege la salud y asegura la higiene de las prendas antes de que formen parte de tu guardarropa.
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