Qué significa no poder mantener el contacto visual con otra persona, según la psicología

Sostener la mirada al hablar puede ser un gesto sencillo, pero cargado de significado. La incapacidad de mantener contacto visual suele interpretarse de muchas formas, desde timidez hasta inseguridad, y la psicología moderna ha avanzado mucho para entender este comportamiento.

En este artículo, exploramos qué significa no poder sostener la mirada al interactuar con otros, basándonos en estudios recientes.

El contacto visual como herramienta de comunicación

El contacto visual es una forma fundamental de comunicación no verbal. Según un estudio publicado en la revista Psychological Science en 2023, mantener la mirada durante una conversación puede reforzar la conexión entre los interlocutores y mejorar la comprensión mutua. Sin embargo, no todas las personas se sienten cómodas haciéndolo.

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¿Qué dicen los expertos en psicología sobre evitar la mirada?

No poder sostener la mirada no siempre es un signo negativo. Según un análisis de la Universidad de Oxford (2022), esta conducta puede estar relacionada con diferentes factores, como:

• Ansiedad social: Las personas con trastorno de ansiedad social tienden a evitar el contacto visual porque temen ser juzgadas o malinterpretadas. Este patrón fue identificado en un estudio del Journal of Social and Clinical Psychology.
• Inseguridad o baja autoestima: Quienes dudan de sí mismos podrían evitar mirar a los ojos para no sentir que están siendo analizados.
• Procesamiento cognitivo: Sorprendentemente, evitar la mirada también puede deberse a la necesidad de concentrarse. Un estudio de la Universidad de Tokio (2021) reveló que mantener contacto visual consume recursos cognitivos, dificultando que una persona piense en lo que va a decir.
• Experiencias traumáticas: Según la psicóloga clínica Marissa Ward, algunas personas que han vivido situaciones de abuso pueden evitar el contacto visual como un mecanismo de defensa.

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¿Qué implica evitar la mirada en las relaciones?

Evitar el contacto visual puede generar malentendidos. En una entrevista, la psicóloga social Susan Krauss Whitbourne explica que quienes no sostienen la mirada pueden ser percibidos como desinteresados, deshonestos o tímidos, aunque no siempre sea el caso. De hecho, algunas personas utilizan este recurso como una estrategia consciente para evitar confrontaciones.

¿Cómo mejorar el contacto visual?

Si bien no sostener la mirada no siempre es un problema, existen ejercicios para quienes buscan mejorar en este aspecto. Estos son algunos consejos respaldados por la ciencia:

• Práctica gradual: Empieza con personas cercanas en un entorno seguro. Concéntrate en mirar entre los ojos del otro en lugar de fijarte en detalles específicos.
• Respiración consciente: Relajarte y respirar profundamente puede ayudarte a sentirte más cómodo en una conversación.
• Técnicas de terapia cognitivo-conductual (TCC): Según el Journal of Anxiety Disorders, la TCC es efectiva para reducir la ansiedad social y mejorar las habilidades de interacción.
• Aceptar tus emociones: Reconocer que sentirse vulnerable es normal puede ayudarte a construir confianza.

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Más allá de los prejuicios

No poder sostener la mirada al hablar es una conducta multifacética que no siempre indica inseguridad o falta de interés. Puede estar relacionada con la personalidad, la cultura, el procesamiento mental o incluso experiencias pasadas.

Entender el trasfondo de este comportamiento nos invita a ser más empáticos y a evitar juicios rápidos sobre los demás.

Conocer estas razones y aprender a mejorar el contacto visual puede enriquecer nuestras relaciones, tanto personales como profesionales.

Recuerda, cada mirada tiene su historia, y a veces, no mirar también puede decir mucho.