¿Es posible mantener una mente sana después de los 70 años? Expertos revelan hábitos para lograrlo

El cerebro, responsable de regular nuestro comportamiento, pensamientos y emociones, juega un papel central en nuestra salud. Según el Instituto Mexicano del Seguro Social, este órgano vital coordina todo lo que hacemos y experimentamos. Su cuidado es esencial, y diversas investigaciones respaldan la importancia de mantenerlo activo y saludable a lo largo de la vida.

La importancia de cuidar la salud cerebral

En este contexto, especialistas de la Universidad Favaloro de Argentina destacan la “plasticidad neuronal”, un fenómeno que permite estimular el cerebro en cualquier etapa de la vida. Además, el envejecimiento es inevitable, pero existen estrategias para promover su salud y prevenir posibles afectaciones a largo plazo.

La Asociación de Alzheimer resalta que hábitos cotidianos pueden marcar una diferencia significativa en la salud cerebral, reduciendo el riesgo de enfermedades como el Alzheimer y la demencia. Su enfoque incluye la incorporación de prácticas saludables que favorecen el buen funcionamiento del cerebro.

Un estudio realizado por el Instituto Karolinska en Suecia revela que la salud vascular tiene un impacto directo en la juventud del cerebro. Los investigadores advierten que factores como los accidentes cerebrovasculares, la inactividad física y la diabetes pueden acelerar el envejecimiento cerebral. Por ello, es esencial adoptar hábitos que favorezcan la circulación sanguínea y la salud vascular.

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Hábitos para mantener un cerebro saludable y activo

Entre los hábitos recomendados por los expertos para mantener el cerebro saludable se incluyen: seguir una dieta balanceada como la mediterránea, rica en ácidos grasos Omega 3 y antioxidantes; mantenerse hidratado, consumiendo entre 2 y 2.5 litros de agua diarios; y realizar ejercicio físico regularmente, como caminar o nadar, para mejorar la circulación y las funciones cognitivas.

También es fundamental practicar estimulación cognitiva constante, socializar, aprender cosas nuevas y procurar un buen descanso. Además, la higiene del sueño, la prevención del estrés, y la moderación en el uso de la tecnología juegan un papel importante en la salud cerebral.

Otros hábitos incluyen realizar controles regulares de audición y evitar el consumo de tabaco, ya que su uso incrementa el riesgo de accidentes cerebrovasculares.