¿Tienes VPH? ¡tranquila! hay formas de controlarlo y no es tan grave como crees: no estás sola

Si acabas de recibir el diagnóstico de VPH y te sientes preocupada, tranquila, no es tan grave como muchas veces nos dicen. Hoy en día existen opciones y acciones que puedes tomar para llevar una vida plena, controlar el virus e incluso erradicarlo.

Tener VPH no significa que todo termine. De hecho, en la mayoría de los casos el virus desaparece por sí solo, y si no es así, hay formas de detectarlo y prevenir problemas de salud graves.

El virus del papiloma humano (VPH) es la infección de transmisión sexual más común en el mundo. Se calcula que 8 de cada 10 personas lo tendrán en algún momento de sus vidas. Sin embargo, el diagnóstico suele generar miedo y mucha confusión.

Lo primero que debes saber es que tener VPH no es el fin del mundo. En la mayoría de los casos, el sistema inmunológico del cuerpo elimina el virus sin causar mayores problemas. Y si el virus persiste, hoy en día existen pruebas para detectarlo y, si es necesario, tratarlo.

Desmitificando el VPH: Lo que es cierto y lo que no

Uno de los miedos más grandes al hablar de VPH es su relación con el cáncer. Sin embargo, no todos los tipos de VPH son peligrosos. Existen más de 200 variantes del virus, y solo unas pocas pueden provocar cáncer solo si no se tratan a tiempo.

Otro mito común es que el VPH solo afecta a las mujeres, pero en realidad tanto hombres como mujeres pueden tenerlo y contagiarlo. Aunque no existen pruebas para detectar el VPH en los hombres, ellos también pueden desarrollar verrugas genitales o, en casos más raros, cáncer relacionado con el virus.

Además, muchas personas piensan que si tienen VPH su vida social y afectiva cambiará. La verdad es que el VPH es tan común que la mayoría de las personas lo tendrá en algún momento de su vida sexual activa. No tiene que ver con ser irresponsable ni promiscuo, es simplemente un virus que se transmite fácilmente, incluso cuando usamos protección.

Prevención y control: Lo que puedes hacer

Aunque el VPH no siempre presenta síntomas, hay muchas formas de reducir los riesgos:

• Vacunación: La vacuna contra el VPH protege contra los tipos más peligrosos del virus y las que causan verrugas genitales. Se recomienda que la reciban los adolescentes, pero también puede aplicarse en adultos hasta los 45 años.
• Pruebas médicas: Las mujeres deben hacerse regularmente el Papanicolaou y la prueba de VPH. Esto ayuda a detectar cambios a tiempo y prevenir el cáncer de cuello uterino.
• Un sistema inmune fuerte: Mantener un estilo de vida saludable ayuda a que el cuerpo elimine el virus más rápidamente. Comer bien, hacer ejercicio y no fumar son factores que influyen positivamente.
• Hablar sin tabúes: Hablar abiertamente sobre el VPH es crucial. Los mitos y la desinformación solo generan más miedo. Mientras más sepamos, más fácil será tomar decisiones sobre nuestra salud.

No estás sola

Recibir un diagnóstico de VPH no tiene que cambiar tu vida. Es una infección muy común y, en la mayoría de los casos, temporal. Lo importante es informarse, hacerse chequeos regulares y sobre todo no dejarse llevar por la culpa ni el estigma.

Hablar de VPH de manera natural es un paso importante para romper los tabúes sobre las infecciones de transmisión sexual. La salud debe ser vista como un tema de autocuidado, no de vergüenza.