3 novelas mexicanas clásicas que puedes leer en menos de 2 horas
Las obras de Bruno Traven, Jorge Ibargüengoitia y Emilio Pacheco se cuentan entre las mejores de la literatura mexicana
HERMOSILLO.- La literatura occidental tiene un canon que se ha ido consolidando a lo largo de cientos de años. En él se incluyen las obras que se consideran representativas de lo mejor de la producción artísitica y que tienen elementos que les otrogan un carácter universal. Ahí encontramos a Shakespeare, Jane Austen y Goethe, por ejemplo: las obras consideradas clásicas.
México también cuenta con grandes genios del arte literario, como fueron Elena Garro y Octavio Paz, Rosario Castellanos, Carlos Fuentes y la famosa Sor Juana. Sin embargo, el lector no siempre tiene tiempo suficiente para explorar obras demasiado extensas. Afortunadamente, el género de la novela corta cuenta con obras que han merecido el calificativo de clásicos por su calidad y permanencia.
A continuación, comentamos tres obras que merecen la pena para todo aquel que desee acercarse al arte literario mexicano y cuente con poco tiempo para leer.
Tres clásicos
Mariano, Bruno Traven (1964)
Macario es un campesino pobre y con muchos hijos. Tiene un único sueño: comerse un pavo entero él solo. Con mucho esfuerzo y sacrificio, su esposa consigue hacerle el soñado regalo; pero Macario deberá encarar la visita de tres personajes extraordinarios que querrán una parte de su tesoro. A partir de ese encuentro, pasará por aventuras y penas dramáticas que cambiarán por completo su vida. Es una novela basada en un relato popular antiguo, ambientada en el México colonial, amena, graciosa y con un final extraordinario que representa fielmente el drama de la vida humana.
Los relámpagos de agosto, Jorge Ibargüengoitia (1964)
La política y la revolución también pueden ser objeto de una crítica aguda y profundamente cómica. Con un humor ácido e ingenioso, Ibagüengoitia presenta la historia del patético general revolucionario José Guadalupe Arroyo, quien enfentará una serie de desgracias tragicómicas en la búsqueda del poder político. Sufrirá robos, engaños, situaciones escatológicas y la pérdida de su protector político, lo que lo hará iniciar una nueva —y ridícula— revolución. Ambientada en un ficticio México posrrevolucionario es una parodia genial de la revolución.
Las batallas en el desierto, José Emilio Pacheco (1981)
Carlitos es un niño de 8 años de clase media en la Ciudad de México de los años cuarenta. Se enfrenta a un problema que resultará ser más grande de lo que esperaba: está enamorado de una mujer mayor, la madre de su amigo de escuela. El pequeño narra las visicitudes que enfrenta con la familia, la escuela y la Iglesia, mientras va pasando de niño a joven y la ciudad crece de urbe a monstruo en un contexto de acelerada transformación cultural. Representa una crítica a una sociedad moralmente hipócrita y una expresión de la sensibilidad y la nostalgia del paso del tiempo.
Las novelas tienen una extensión que generalmente no excede de las 60 cuartillas, al menos en las ediciones existentes hasta la fecha, por lo que un lector puede terminarlas a buen ritmo y sin problema en cuando mucho dos horas, con la garantía de tener una experiencia satisfactoria con la literatura mexicana del siglo XX.
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