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“Creo que eso es algo que me daría hasta vergüenza”: Joven da razones por las que no se quiere casar

Cada vez son más los jóvenes que se cuestionan sobre temas como tener hijos, contraer matrimonio y si la familia como la conocen aún es funcional.

“Creo que eso es algo que me daría hasta vergüenza”: Joven da razones por las que no se quiere casar

CIUDAD DE MÉXICO.- Muchas han sido las creencias con las que se nos ha creado, desde que debemos estudiar, conseguir un trabajo exitos, conocer el amor en nuestra vida, casarnos y tener hijos para formar una imagen ideal de lo que es una familia socialmente normada. Pero son cada vez más los jóvenes que se cuestionan al respecto, ya que se considera que no todos están preparados para ser padres, formar una familia y criar hijos.

Cada vez son mas las personas que se dan cuenta que la imagen de “vivieron felices para siempre” que nos enseñó Disney de niños, no siempre es tan sencillo de lograr cuando somos adultos. Hay parejas que tienen años juntos, pero no les hace ilusión el vestir de blanco, caminar hasta el altar y decir el tan tradicional “Sí, acepto”.

Hay chicas que han aceptado que el acto protocolario de la petición de matrimonio no va con su estilo de vida, e incluso, es algo que les da vergüenza el solo hecho de pensar que su novio llegue, se arrodille ante ellas y les entregue un anillo.

Así lo narra Ale Higareda en su blog “Malvestida.com”, donde explica cuales son las razones que la han hecho cuestionarse sobre si desea casarse y hace una lista de las razones por las que no cree llegar a hacerlo

Cada vez son más las parejas jóvenes que se cuestionan sobre la necesidad de celebrar un matrimonio.

“Lo curioso es que en algún momento de mi vida pensé que sí quería casarme. Con varios novios llegué a fantasear sobre mi boda y alguna vez hice un tablero de Pinteres al respecto” , recuerda la escritora.

La narradora platica en su historia que incluso con uno de sus ex llegó hasta a hacer una lista de invitados, pero esto se cree lo hizo por seguir una tendencia de cosas que había visto en películas se debía hacer, por que es lo que había visto en su familia, en su circulo social.

Seguir las normas impuestas por la costumbre

Como respuesta a lo que se espera normalmente de un noviazgo, son varias las parejas que fantasean con la lista de invitados, la organización de un evento y caminar hasta el altar, por que se supone esto es lo que se pretende pase al final de una relación sentimental, sin embargo, con el tiempo esto ha cambiado por que ahora los jóvenes se cuestionan sobre los ritos que han visto repetirse una y otra vez en cada boda a la que han sido invitados.

No todas las mujeres sueñan con una boda con damas, ramos de flores y pastel con monitos de novios.

Cuestionando las tradiciones

Una idea que les causa conflicto actualmente a los posibles casaderos es el fundamento de permanecer con una misma persona toda la vida, además de cuestionar las tradiciones que colocan a la mujer, por su origen, como un simple objeto de intercambio.

“Toda la estructura tradicional de las bodas (hablando en específico de las católicas) está sustentada en una visión en la que el hombre es quien toma las decisiones, mientras que la mujer es sumisa”, explica Higareda.

Y esto es compresible, por que el rito de la boda inicia con la petición de matrimonio, considerando que es él quién decide cuando es momento de hacerlo, que el padre de la novia autorice ese enlace y además sea él quién la entregue en el atar, como si cediera al yerno su posesión.

Esto sin mencionar el rito del matrimonio católico, donde al esposo se le da la responsabilidad de ser el proveedor absoluto de lo necesario para el hogar, así como la esposa será la encargada del cuidado de que todo se aproveche en su familia. Esto es considerado por muchos como un signo de patriarcado puro y duro.

El rito del matrimonio no es para todas las parejas.

¿Y si no me caso?

Ale Higareda afirma en su blog que con el tiempo se dio cuenta que las cosas se pueden realizar de distinta manera. Esto fue a raíz que conoció a otras parejas maravillas viviendo juntos, algunas con muchos años de noviazgo y otros no tantos, que no sintieron la necesidad de recibir la bendición de un sacerdote o de seguir tradiciones del “debe ser”.

De este modo varios jóvenes se han dado cuenta que el amor no necesita estar condicionado por la religión o la ley para ser comprometido y duradero. Que una fiesta o un documento oficial no determinan el “Éxito” de una relación.

Esto les ha dado una base a las mujeres casaderas para ya no sentirse culpables por no querer usar un vestido blanco, las damas, el ramo de rosas y el pastel con muñequitos en la parte superior.

Cada vez son mas las parejas que optan por vivir juntos antes de considerar el matrimonio de manera formal.

No me quiero casar

Cuando le dices a alguien que no te quieres casar, suele haber dos tipos de personas, las que les da completamente lo mismo y los que sienten la necesidad de tratar de convencerte de que el matrimonio es lo mejor que puedes hacer con tu vida.

“Le da solidez a tu relación”, “Seguro no has encontrado a la persona correcta”, “Cuando quieras tener hijos vas a pensar completamente diferente” son algunos de sus argumentos, y aunque sé que hay muchas formas alternativas de celebrar una boda sin el elemento religioso, sigo sin verlo como algo en mi lista de cosas por hacer, principalmente porque todavía tengo muchas preguntas con respecto a las relaciones de pareja y la monogamia”, expresa Ale en su blog.

La decisión de casarse, ya sea de manera legal o religiosa, es una decisión que se debe tomar en pareja.

Un matrimonio a la medida

Muchos jóvenes en edad casadera toman la decisión de unir sus vidas por dar una certeza legal a su relación, al estar conscientes de los beneficios y responsabilidades que conlleva el construir una vida junto a otra persona, pero siempre con la idea firme de que es un contrato y como tal es soluble.

Este principio se ha hecho cada vez más común, por que los jóvenes ahora están consientes que las personas cambian, al igual que sus sentimientos y el que una relación no dure para siempre no significa un fracaso, simplemente es cumplir con un ciclo. Como dice el juez en el registro civil: “El matrimonio es un convenio entre dos partes”.

La preparación y estudios a la que cada vez tienen más acceso las personas en su preparación para su incorporación a una sociedad, los ha hecho individuos capaces para vivir en un mundo en el que, junto a sus parejas, tienen el privilegio de plantear relaciones personales a su medida, y en base a eso, tomar la decisión que se considere que va mejor con sus ideales y estilo de vida.

“Para mi, por lo pronto, una relación feliz es una en la que no haya boda”, afirma Ale.

Lo importante es encontrar la felicidad en compañía de tu pareja, con o sin matrimonio formal.

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