¿Cúal es la planta que sirve como ansiolítico natural?

CIUDAD DE MÉXICO.- La flor de azahar, originaria de árboles como el naranjo, limonero y cidro, destaca no solo por su atractiva apariencia y fragancia cautivadora, sino también por sus diversas propiedades medicinales. En América Latina, especialmente en México, este pétalo blanco se utiliza tradicionalmente en la elaboración de pan de muerto y ha sido aprovechado a lo largo de generaciones en infusiones por sus efectos relajantes y curativos.

Dentro de sus componentes activos, la hesperidina sobresale por su capacidad para reducir la presión arterial, prevenir la caída capilar e incluso tratar úlceras. Esta sustancia convierte al té de azahar en un ansiolítico natural potente, eficaz para mitigar la ansiedad, calmar los nervios y aliviar molestias estomacales leves o dolores menstruales. Además, la infusión exhibe propiedades antiinflamatorias, siendo beneficiosa para aliviar dolores y síntomas de enfermedades crónicas como el Parkinson.

El aceite esencial de azahar, también llamado neroli, constituye otro valioso subproducto de esta flor. Abundante en compuestos como linalool, acetato de linalilo, limoneno y terpineol, este aceite ha demostrado su eficacia en reducir la ansiedad y el estrés, incluso en pacientes prequirúrgicos. Estos mismos componentes se encuentran en otras plantas como la lavanda, el albácar y el tomillo, reconocidos por sus efectos tranquilizantes.

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Además, el aceite esencial de azahar ha mostrado propiedades antimicrobianas contra bacterias y hongos, y se ha utilizado en investigaciones innovadoras para prolongar la vida útil de alimentos como las tortillas de maíz. No obstante, se recomienda un uso moderado de los aceites esenciales de esta flor para evitar irritaciones en la piel y las mucosas.

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Para preparar una infusión de azahar, simplemente se necesita agua y flores de azahar, con la opción de añadir miel para endulzar. Es importante considerar que la manera de procesar la flor puede influir en la retención de sus propiedades; la congelación de la flor fresca es una técnica recomendada para preservar sus compuestos beneficiosos.