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El Ajo: Mucho más que un ingrediente culinario

Más allá de su papel tradicional en la cocina, el ajo esconde un tesoro de propiedades curativas y beneficios para la salud.

El Ajo: Mucho más que un ingrediente culinario

CIUDAD DE MÉXICO.-En el apasionante mundo de la gastronomía, existe un protagonista indiscutible que trasciende el ámbito de los sabores y se adentra en el terreno de la salud y el bienestar: el ajo. No es solamente un aliado en la cocina para crear deliciosas salsas, platos de mariscos y carnes, sino que se revela como un tesoro cargado de propiedades curativas y aplicaciones alternativas.

Propiedades Curativas que Dejan Sin Aliento

El ajo no solo se gana su lugar en las cocinas de todo el mundo, sino también en los corazones de aquellos que buscan una salud óptima. Este modesto ingrediente se destaca por sus múltiples propiedades terapéuticas: actúa como diurético, depurativo, antiséptico, antibacteriano y antiinflamatorio. Además, se erige como un poderoso antioxidante que combate el envejecimiento y, según estudios, puede reducir el riesgo de padecer Alzheimer y demencia al fortalecer los mecanismos de defensa celular.

Una Defensa Cardiovascular y Más Allá

La evidencia científica respalda las virtudes del ajo. Investigadores de la Universidad de Shandong en China han revelado que el ajo no solo añade sabor a la vida, sino que también puede bajar los niveles de colesterol y triglicéridos, presentándose como un aliado en la lucha contra enfermedades cardiovasculares.

Los Compuestos Mágicos del Ajo

La alquimia natural del ajo radica en su composición. La alicina, aliina, ajoene, sulfuros de alilo, antioxidantes y colina se unen en un cóctel poderoso que no solo beneficia la salud cerebral, sino que también combate la diabetes, problemas respiratorios, inflamación y hasta el cáncer de colon. Con una versatilidad sorprendente, el ajo se enfrenta a virus, bacterias y hongos con eficacia.

Nutrientes en Cada Bocado

El ajo no escatima en nutrientes. En cada 100 gramos, encontrarás selenio, potasio, fósforo, magnesio, yodo, zinc y un toque de vitaminas B1, B3, B6, C y E. La Fundación Española de la Nutrición nos lo presenta en cifras, asegurando un aporte de 110 kilocalorías, 5.3 gramos de proteínas, 23 gramos de hidratos de carbono, 1.1 gramos de fibra y, asombrosamente, 0 de colesterol.

El Ajo en Forma Líquida: Una Opción Saludable

Para aquellos que desean incorporar el ajo de manera innovadora, el agua y el té de ajo se presentan como alternativas tentadoras. Preparar agua de ajo es un proceso sencillo: machaca un diente de ajo y déjalo reposar en 100 ml de agua durante la noche. Consumirla en ayunas es la clave.

El té de ajo, por su parte, demanda 1 diente de ajo por cada 100-200 ml de agua. Pica el ajo y agrégalo al agua hirviendo, espera de 5 a 10 minutos, deja que se entibie y disfruta.

Precaución y Contradicciones

Sin embargo, como en todo, la precaución es necesaria. El ajo no es adecuado para recién nacidos, cicatrización postoperatoria, personas con presión baja, dolor de estómago y hemorragias. Mujeres embarazadas y en periodo de lactancia deben evitarlo, al igual que aquellos que toman medicamentos anticoagulantes. Su poder no está exento de responsabilidad.

En resumen, el ajo trasciende su papel culinario para convertirse en un pilar de bienestar y salud. Sus propiedades curativas y su versatilidad lo convierten en un recurso invaluable. Sin embargo, recuerda siempre consultar a un profesional de la salud antes de hacer cambios significativos en tu dieta. El ajo, con todo su potencial, debe ser disfrutado con moderación y precaución.

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