Infarto agudo de miocardio: ¿Qué es, cuáles son sus síntomas, cómo tratarlo y quiénes pueden padecerlo?

HERMOSILLO, Son.- La mañana de este lunes se confirmó la muerte del cantante Julián Figueroa, hijo de Maribel Guardia y Joan Sebastian.

Ante esto, su madre emitió un comunicado a través de su cuenta de Instagram donde indicó que la muerte de su hijo fue debido a un infarto agudo de miocardio.

A continuación te decimos qué es el infarto agudo de miocardio, cuáles son sus síntomas, quiénes pueden sufrirlo y cuáles son sus tratamientos.

Infarto agudo de miocardio: ¿Qué es?

De acuerdo con el doctor Juan José Gavira Gómez, especialista del Departamento de Cardiología de la Clínica Universitaria de Navarra, España, el infarto agudo de miocardio es un síndrome coronario agudo.

Este se caracteriza por la presencia brusca de un cuadro de sufrimiento isquémico (falta de riego) a una parte del músculo del corazón que se produce por la obstrucción aguda y total de una de las arterias coronarias que se encargan de alimentarlo.

El infarto de miocardio es considerado la principal causa de muerte tanto en hombres y mujeres en todo el mundo debido a que el riesgo principal de este mal se encuentra en la fase extrahospitalaria, o sea antes de ingresar al hospital, la mortalidad en esta fase es mayor al 40%.

Si el paciente logra sobrevivir esta etapa y es ingresado al hospital, idealmente antes de cuatro horas, existen distintos tratamientos como la angioplastia y la trombolisis que permiten una recuperación satisfactoria y las complicaciones resultan poco frecuentes.

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¿Cuáles son los síntomas del infarto agudo al miocardio?

Comúnmente el infarto puede reconocerse debido a la aparición brusca de distintos síntomas, entre los más característicos están:

• Dolor intenso en el pecho y zona precordial
• Sensación de malestar general
• Mareo
• Nauseas
• Sudoración

En algunos casos el dolor puede extenderse al brazo izquierdo, a la mandíbula, al hombro, a la espalda o al cuello.

No obstante, cabe advertir que en cerca de la mitad de los infartos los síntomas previos no aparecen, por lo que el infarto resulta en sí la primera manifestación de que hay una cardiopatía isquémica.

Aunque hay otras ocasiones en que incluso meses antes de que ocurra el infarto, el paciente presenta algunos de estos síntomas:

• Molestias precordiales
• Sensación de malestar
• Cansancio
• Mayor irritabilidad
• Molestias en el estomago

Incluso algunos síntomas hacen creer que provienen de otros órganos.

¿Quiénes pueden sufrir un infarto al miocardio?

Según los estudios, gran parte de los infartos de miocardio aparecen en personas que cuentan con ciertos factores de riesgo como:

• Predisposición familiar
• Edad
• Tabaquismo
• Hipertensión arterial
• Diabetes
• Alteración de las grasas en sangre (colesterol)

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¿Cuál es el tratamiento tras un infarto al miocardio?

En caso de sospechar un ataque cardiaco hay varios tratamientos que pueden comenzarse de inmediato sin que se tenga un diagnóstico confirmado. Estos son:

• Oxígeno.
• Aspirina para evitar la formación de coágulos de sangre.
• Nitroglicerina para disminuir el trabajo del corazón y mejorar el flujo sanguineo a través de las arterías coronarias.

Para tratar los infartos cardíacos también se utilizan en el tratamiento los siguientes medicamentos:

• Trombolíticos: Para disolver los coágulos que están bloqueando las arterias coronarias.
• Betabloqueantes: Disminuyen el trabajo que tiene que realizar el corazón y sirven para prevenir otros ataques cardíacos.
• Inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina: Bajan la presión arterial y disminuyen el esfuerzo que tiene que hacer el corazón.
• Anticoagulantes: Hacen que la sangre sea menos espesa y previenen la formación de coágulos en las arterias.
• Antiagregantes plaquetarios: Impiden que las plaquetas se junten unas con otras y formen coágulos no deseados.

Si bien el infarto de miocardio es la principal causa de muerte en el mundo, la mayoría de las personas que padecen uno y se recuperan pueden hacerlo rápidamente y continuar con su vida normal, pero a los que se les dificulta más pueden ser sometidos a distintos procedimientos como la revascularización percutánea o ser intervenidos, obteniendo una recuperación muy aceptable.

La diferencia entre quienes han padecido un infarto y quienes no es que deben ser mucho más estrictos en el uso del tabaco y dejarlo por completo, practicar ejercicio físico de manera regular, alimentarse de manera adecuada restringiendo el consumo de grasas de origen animal y manteniendo su peso ideal, además de controlar la tensión, el colesterol y azúcar en la sangre.