"Justicia para Liliana, justicia para todas": Cristina Rivera Garza gana el premio Xavier Villaurrutia con novela sobre su hermana, víctima de feminicidio, y Felipe Garrido le da consejos de cómo "escribir" a su personaje feminicida
La situación muestra la misoginia presente en el ámbito literario. Cristina Rivera Garza tiene una amplia trayectoria como escritora y Garrido simplemente decidió "mansplinearla", dándole consejos de "cómo escribir" al asesino de su hermana.
Cristina Rivera Garza recibió hoy durante una ceremonia celebrada en Bellas Artes el Premio Xavier Villaurrutia por su novela "El invencible verano de Liliana". La novela relata el feminicidio de su hermana Liliana, que hasta la fecha continúa impune.
Justo el día donde Rivera Garza debía ser protagonista a lado de su obra, Felipe Garrido, escritor y académico mexicano, se llevó el foco de atención. Asimismo, Garrido se ganó la reprobación mayoritaria de la comunidad lectora en el evento y redes sociales por señalamientos que hizo acerca de la obra premiada.
Garrido subraya que el asesino de Liliana está "intencionalmente opacado" en la narración, y que este ocupa un lugar "muy secundario en la novela". Luego de esto, Garrido agrega recomendaciones literarias para la escritora.
Es importante mencionar que Rivera Garza desde los noventa ha cultivado una obra autoral con diversos géneros literarios, desde narrativa, poesía, ensayo y ópera, además de haber coordinado libros académicos y hacer labor de traducción.
Garrido, en modo de justificación, expresó:
“Comprendo la repulsión de Cristina por el asesino de su hermana, pero como lector me intriga ese personaje y me lleva a recuperar otros, de otras lecturas, semejantes a él”. Tras lo cual, dijo, que como “está claro que los crímenes nos fascinan” recuperó --ante un auditorio que lo miraba azorado-- “tres acercamientos cautivantes” que “exploran los motivos, las formas de actuar, las justificaciones de los feminicidas”.
Garrido enlistó entonces "sus notables obras" sobre asesinos feminicidas: “El Túnel”, de Ernesto Sábato, 1948; “La intrusa”, de Jorge Luis Borges,1966; y “El compa”, de Edmundo Valadés, de 1967.
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Basta con decir que no le entendió, señor
Como modo de remate, en su intervención desatinada e ignorante, el académico aclaró: "Me parece que la lectura de estos tres textos contrastará, iluminará, hará más profunda, la lectura de ‘El invencible verano de Liliana’, de Cristina Rivera Garza”.
Según medios, nadie de la mesa aplaudió la intervención de Garrido.
“No estoy tan seguro que el móvil de los feminicidios sean motivaciones psicológicas muy complejas, yo creo que lo que explica mucho del auge de este delito es la impunidad y en ese sentido no estoy tan seguro de que se pueda o se deba estetizar este tipo de violencia, y creo que al contrario, debemos leer y escudriñar con ojos críticos estos grandes clásicos que de repente abordan este tema”, expresó Armando Gónzalez Torres, integrante del jurado.
"Tenemos que verlas a ellas"
La propia Cristina Rivera Garza fue enfática en su discurso y señaló que “Tenemos que verlas siempre a ellas, no a sus asesinos. A sus asesinos ya los vemos en todos lados, los asesinos tienen demasiada prensa. Tenemos que verlas a ellas, tenemos que conocer sus nombres, tenemos que toparnos con los lugares donde vivieron, tenemos que poner sus nombres ahí”.
“Tenemos que salir de la indiferencia e incluso de la indolencia que el patriarcado y su Estado han impuesto sobre la violencia desatada, por lo que Rita Segato nombró y nombró bien como una guerra contra las mujeres”.
Rivera Garza respondió con tranquilidad y temple admirables, aunque el tema fuera personal para ella.
Redes, en cambio, contraatacó tajantemente a Garrido.
"Sigo sin creerlo... ¡es una aceptación abierta y sin escrúpulos de la fascinación que le generan los feminicidas sin ningún otro interés más que el deleite personal! Su absurda generalización y reduccionismo muestra además su nula empatía contra las víctimas, cegada por el morbo"
"Vean a Felipe Garrido atreverse a decirle a @criveragarza que el asesino de su hermana debió haber sido un personaje central de su libro (tan personal y doloroso, y ya premiado), porque los feminicidios son fascinantes (y da ejemplos literarios para educarla/nos). Imperdonable."
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