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La historia de Artabán o el cuarto Rey Mago y los tres magníficos regalos que le llevaba a Jesús

Los textos dicen que no eran tres los Reyes Magos, sino cuatro los que fueron a Belén a conocer al <strong>Niño Jesús.</strong>

La historia de Artabán o el cuarto Rey Mago y los tres magníficos regalos que le llevaba a Jesús

CIUDAD DE MÉXICO.-Artabán habría sido el cuarto Rey Mago según escritos muy antiguos.

Los textos dicen que no eran tres los Reyes Magos, sino cuatro los que fueron a Belén a conocer al Niño Jesús.

Los cuatro Reyes Magos habrían hecho un descubrimiento: Acababa de aparece una estrella nueva en el cielo, mucho más grande y brillante que el resto.

Según todas las pruebas y fórmulas que hicieron, esta estrella anunciaba el nacimiento del Niño Jesús.

Los cuatro Reyes Magos se comunicaban entre sí mediante mensajeros, pero estaban muy lejos el uno del otro.

Artabán habría sido el cuarto Rey Mago según escritos muy antiguos.

Melchor, el mayor, vivía en la zona más Oriental de Europa; Gaspar procedía de Asia; Baltasar, el más joven, venía de un país africano y Artabán de la zona de Persia.

Los cuatro Reyes Magos acordaron encontrarse junto a un monumento con forma de pirámide que había en Borsippa, antigua Mesopotamia, así que hicieron los cálculos para llegar al mismo tiempo a ese punto.

Gaspar y Baltasar tuvieron que salir unos días antes, después Melchor y por último Artabán, que en un principio estaba más cerca y tardaría menos en llegar.

Los Reyes Magos se pusieron en camino a lomo de un dromedario. Todos llevaban un regalo:

  • Melchor llevaba oro
  • Gaspar llevaba incienso
  • Baltazar llevaba mirra
  • Artabán llevaba tres regalos que era un diamante, el más grande; el rubí más espectacular y el mejor jaspe de Chipe

Según escritos, todo esto le parecía poco para en Niño Jesús. Contento Artabán por haber conseguido estos fantásticos regalos, los guardó en una bolsa delicadamente cerrada con cinta de ceda y se puso en marcha.

Todos llevaban un regalo.

Había salido con mucho tiempo de anticipación porque no quería llegar tarde, pero poco después de comenzar su camino se encontró con un pobre al que además estaban apaleando unos bandidos.

Entonces, desde su dromedario interrupió la pelea y defendió al hombre que golpeaban.

Según los que apedreaban al sujeto, les debía dinero a los victimarios y no se los quería pagar. El hombre en su defenza dijo que sí les debía dinero, pero no les podía pagar porque no tenía ni para comer.

Artabán sacó el gigantesco diamante que llevaba al Niño Jesús y con eso pagó la deuda del sujeto.

Sin embargo, los hombre le pidieron a Artabán que se quedara con ellos hasta demostrar que el diamante era real y no falso. De ser falso, le dijeron, el hombre sería sacrificado.

Por ello, Artabán se quedó en el sitio, pues dijo que "no pensaba dejar al hombre en sus manos".

Tardaron dos días en buscar a alguien que pudiera demostrar que el diamante era real.

Artabán esperó pacientemente y luego continuó su camino hacia el punto de encuentro con los otros Reyes Magos.

Cuando llegó ya no había nadie, sus compañeros no habían llegado o habían partido sin él.

Los Reyes Magos se pusieron en camino a lomo de un dromedario.

Espero dos días, y al ver que no llegaba nadie comenzó su camino. Un poco desolado siguió a Belén, pero antes de llegar se encontró con un escena espeluznante: Decenas de soldados de Herodes buscaban a recién nacidos para matarlos.

De pronto, Artabán vio a un soldado a punto de matar a un pequeño, fue corriendo hacia él y le dijo: "¡No lo hagas, es un niño inocente!"

Sin embargo, el soldado refutó que él no era nadie para detenerlo y que solo obedecía a su rey, Herodes.

Entonces, Artabán ofreció por la vida del niño el rubí que llevaba al Niño Jesús y se lo entregó al soldado.

Pero otro soldado que había visto lo que acababa de pasar lo arrestó y Artabán tuvo que pasar 30 años en una cárcel. A los 30 años salió y se encaminó a Judea, donde decían que estaba Jesús, pero entonces oyó que le iban a crucificar.

Artabán aceleró el paso para llegar lo más pronto posible pero en el camino halló a un padre que estaba a punto de subastar a su hija para poder pagar unas deudas.

Por ello, el supuesto cuarto Rey Mago le entregó al señor el jade de Chipre que le llevaba a Jesús para salvar a la niña.

Esto le valió que no llegara a tiempo para conocer a Jesús, justo cuando llegó acababa de morir.

De pronto el suelo se abrió, y una figura apareció frente Artabán: Era Jesús.

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"Artabán, te estaba esperando", le dijo Jesús al Rey Mago. "Sé quién eres, sé lo que has hecho y estoy muy orgulloso de ti... me has ayudado mucho".

Entonces, Artabán cuestionó: "Pero, ¿Cómo te he ayudado yo?"

A eso Jesús contestó:

"Cuando ayudaste al hombre mayor, me ayudaste amí; cuando salvaste la vida de aquel niño, me salvaste a mí; cuando rescataste a la niña me rescataste a mí. Artabán, ven conmingo porque tienes un lugar resevado junto a mí en el reino de los cielos".

Artabán sonrió y le dio la mano a Jesús, y esa fue la última vez que le vieron.

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