¿Patas de gallo o patas de pollo? Descubre cómo agregar colágeno a tu dieta

CIUDAD DE MÉXICO, México.- El colágeno, esa proteína esencial para la salud de la piel, los huesos y más, tiende a disminuir con la edad, desencadenando problemas como arrugas, flacidez y dolores articulares.

Pero, ¿sabías que una solución asequible y efectiva puede estar en las patas de pollo? Descubre cómo este alimento puede transformar tu piel y rejuvenecer tu organismo.

El pollo, una fuente rica en colágeno

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Según la Fundación Española de Nutrición (FEN), el pollo no solo es una fuente excepcional de proteínas, ácidos grasos y vitaminas, sino que las patas de pollo, en particular, son verdaderos tesoros de colágeno. Consumir tres o cuatro piezas proporciona aproximadamente 17 gramos de esta proteína esencial.

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Es decir, para aprovechar al máximo el colágeno de las patas de pollo, una buena opción es preparar un caldo. Este ancestral remedio no solo es delicioso, sino que también tiene otras propiedades, como ayudar a reducir dolores de cabeza.

Asegúrate de limpiar bien las patas de pollo y disfruta de una infusión beneficiosa no solo para la piel y las articulaciones, sino también para el sistema nervioso.

¡Incorpóralas a tu dieta y experimenta la transformación desde adentro hacia afuera!

Colágeno en suplementos

Además de obtener colágeno de fuentes alimentarias como las patas de pollo, los suplementos de colágeno hidrolizado son otra opción. Este tipo de colágeno, obtenido de hueso y cartílago bovino, es conocido por fortalecer articulaciones, uñas y cabello.

Se recomienda su consumo a partir de los 30 años o incluso antes en casos de desgaste cutáneo por exposición solar o tabaquismo.

Equilibrio es la clave

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Aunque el colágeno puede prevenir enfermedades cardiacas, su ingesta en dosis altas puede tener efectos secundarios.

Además, para mantener niveles adecuados de colágeno, otros alimentos ricos en proteínas, vitamina C, zinc y cobre también desempeñan un papel crucial.