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Perder a una abuela puede tener efectos duraderos en la salud mental de niños y adolescentes, según un nuevo estudio

La salud mental de los adolescentes ha empeorado en las últimas décadas.

Perder a una abuela puede tener efectos duraderos en la salud mental de niños y adolescentes, según un nuevo estudio

LONDRES.-La muerte de una abuela puede tener consecuencias graves y duraderas para la salud mental tanto de sus hijos adultos como de sus nietos, según un estudio publicado recientemente.

Este hallazgo puede ser sorprendente, porque la muerte de un abuelo es una parte normal, incluso anticipada, de la vida. Sin embargo, los efectos son profundos. Perder a un abuelo puede aumentar el riesgo de los adolescentes de tener un padre deprimido y de tener síntomas depresivos mayores.

Décadas de investigación muestran que la participación y el apoyo de los abuelos es beneficioso para sus nietos. Esto es especialmente cierto para los niños que crecen con madres solteras. Los abuelos maternos a menudo actúan como una red de seguridad, brindando beneficios como estabilidad en la vivienda, cuidado de niños y apoyo financiero y emocional, todo lo cual beneficia la salud y el desarrollo de sus nietos.

Pero, ¿qué sucede cuando muere un abuelo?

En un estudio, se usaron un conjunto de datos nacionales en una muestra de parejas de madres y adolescentes a quienes los investigadores han entrevistado varias veces desde el nacimiento del niño. Analizaron si la muerte de un abuelo materno durante la última infancia o la adolescencia temprana afectó los síntomas depresivos de los adolescentes o de sus madres, netos de los síntomas depresivos antes de la pérdida.

Después de la muerte de una abuela, las hijas adultas tenían más probabilidades de deprimirse que otras mujeres. Las hijas adultas experimentaron este aumento de la depresión hasta siete años después de la muerte. Los varones adolescentes que perdieron a su abuela en los siete años anteriores también tenían síntomas depresivos más altos que sus compañeros. No encontramos un aumento estadísticamente significativo en la depresión después de la muerte de un abuelo.

Por qué importa

La salud mental de los adolescentes ha empeorado en las últimas décadas. Los expertos destacan el potencial de la pandemia de COVID-19 para acelerar esta preocupante tendencia, señalando las dificultades financieras, las interrupciones escolares y el aislamiento social como las principales razones por las que la salud mental de los jóvenes podría empeorar aún más.

Curiosamente, se han pasado por alto los efectos sobre la salud mental de perder a un ser querido por la COVID-19. Aunque los jóvenes experimentan bajas tasas de mortalidad por COVID-19, la mortalidad por COVID-19 ha afectado íntimamente a millones de jóvenes. Decenas, si no cientos de miles de jóvenes en los EU han perdido a sus padres a causa del COVID-19. Y a partir de junio de 2022, los modelos estadísticos sugieren que aproximadamente 4 millones de personas en los EU han perdido a un abuelo a causa del COVID-19 en solo dos años, lo que representa un aumento significativo en la carga de muerte de abuelos experimentada antes de la pandemia.

El estudio sugiere que este aumento dramático en el número de adolescentes en duelo aumentará las tasas de depresión en los EU.

Lo que aún no se sabe

Una posibilidad preocupante es que la muerte de un abuelo por COVID-19 sea incluso más difícil para los adolescentes que las pérdidas previas a la pandemia que estudiamos. Las muertes por COVID-19 personifican las "muertes malas": muertes dolorosas, frecuentemente repentinas, que ocurren solas y que a menudo despojan a las familias de la oportunidad de despedirse.

En otra investigación reciente, encontramos que los adultos que perdieron a su cónyuge por el COVID-19 enfrentan tasas más altas de depresión y soledad que aquellos cuyo cónyuge murió justo antes de la pandemia. La investigación futura puede evaluar si perder a un abuelo por COVID-19 tiene consecuencias más graves o de mayor alcance para los adolescentes de lo que muestra nuestro análisis de datos previos a la pandemia.

También se está examinando la naturaleza de género de los hallazgos del estudio. ¿Por qué la pérdida de una abuela parece tener efectos más profundos y duraderos que la de un abuelo? ¿Por qué los niños son especialmente vulnerables después de perder a una abuela?

La socialización de género podría explicar los síntomas depresivos más altos de los niños después de la muerte de una abuela. Los chicos adolescentes pueden sentir la presión de interiorizar sus emociones. Además, la muerte de un abuelo podría afectar a los adolescentes de otras formas, como su rendimiento escolar y sus notas, el mantenimiento de relaciones saludables o conductas de riesgo.

Si bien este estudio ofrece una pequeña ventana a la angustia de perder a un abuelo, los hallazgos subrayan la necesidad apremiante de que los adolescentes y sus padres tengan acceso a los servicios de apoyo mientras navegan por las consecuencias en cascada que tal pérdida puede desencadenar. -Experiencia demasiado común en la era COVID-19.

Artículo completo en The Conversation

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