¿Qué es el chilate y cómo se prepara?
Se trata de una bebida típica del estado de Guerrero, exactamente del municipio de Ayutla de los Libres.
CIUDAD DE MÉXICO.- Los alimentos y bebidas que consumimos a diario tienen una memoria histórica que muchas veces pasa desapercibida. Cuántas veces nos ponemos a reflexionar que hay detrás del platillo que tenemos en la mesa.
La comida y las bebidas son resultado de una transformación cultural de años en los que las recetas originales se van modificando para que sigan existiendo en la actualidad.
Un ejemplo de esto es el chilate, una bebida típica del estado de Guerrero, exactamente del municipio de Ayutla de los Libres. La cual tiene sus raíces en el México prehispánico, su nombre en náhuatl es chilatl que significa “bebida de chile”, que extrañamente no lleva chile como se cree regularmente.
El chilatl al principio solo la preparaba con cacao, maíz, agua y miel; y según el Servicio de Información Agroalimentario y Pesquera (SIAP), las bebidas que contenían cacao en la época prehispánica sólo eran consumidas por la nobleza y se les consideraba como el oro líquido. Incluso se cuenta que Netzahualcóyotl bebía hasta 80 tazas con cacao a la semana las cuales eran enviadas por doncellas.
Sin embargo, en la época de la colonia (siglo XVI) el chilate tuvo una reformulación en sus ingredientes y se empezó a utilizar canela y piloncillo para endulzar su sabor y arroz (la cual sustituyó al maíz) para que el líquido tuviera más textura, lo único que se conservó de ingrediente fue la base del cacao.
En la actualidad el chilate se prepara con cacao, arroz, canela, piloncillo, hielo y agua y se bebe para refrescarse en un día caluroso, en algunas comunidades indígenas este líquido acompaña a los trabajadores del campo como agua de tiempo, el cual los ayuda a aguantar su jornada de trabajo hasta que llega la hora de su almuerzo.
También es utilizado para acompañar celebraciones como la del día de los muertos en México y fiestas regionales.
Su preparación sigue siendo artesanal y consiste en tostar las semillas de cacao, para que se puedan pelar más fácil, en un comal de barro. Luego se deja remojar el arroz con las semillas de cacao ya limpias para que los ingredientes se suavicen.
Después se escurren y se muelen todos los ingredientes hasta obtener una pasta homogénea, la cual tiene un aroma delicioso. A la pasta se le agrega piloncillo y canela y se mezcla con agua.
Para que la magia ocurra y el chilate tenga su característica espuma, que para obtenerla, hay que servirlo desde una altura de aproximadamente 50 centímetros hasta la taza para que se formen burbujas en el chilate.
Además de toda la historia que guarda esta refrescante bebida también es muy nutritiva, pues por sus ingredientes tiene alto contenido en potasio, fósforo, magnesio y antioxidantes que ayudan a prevenir el envejecimiento. Sin duda es un alimento muy completo.
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