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Paracaidista sobrevive luego de caer 4 mil 500 metros

El soldado cayó rápidamente y se estrelló contra el techo de un edificio residencial, que afortunadamente no tenía a nadie adentro.

La escena tuvo lugar el pasado 6 de julio durante un entrenamiento grupal de saltos de soldados con base en Camp Roberts. Los residentes de Via Cielo, a unos 322 kilómetros al noroeste de Los Ángeles, recibieron con gran sorpresa a un paracaidista que se estrelló contra el techo de una casa vecina.

Se trataba de un soldado británico, y el hombre acababa de sobrevivir a algo aparentemente imposible: una caída de 4.572 metros y estrellarse contra el suelo después de que su paracaídas no se abriera por completo. De hecho y como vemos en las siguientes imágenes, la caída provocó un agujero mientras el soldado yacía en la casa, afortunadamente deshabitada, indica Gizmodo.

Sea como fuere, el soldado no tuvo heridas graves y se está recuperando bien, tal y como ha contado el Ministerio de Defensa al Evening Standard. Las mismas fuentes han informado que el accidente se produjo mientras los soldados realizaban saltos HALO (High Altitude Low Opening).

Esta técnica de despliegue se utiliza para insertar tropas y equipos en entornos hostiles, e implica caer desde altitudes tan altas como 12.000 metros, para luego únicamente abrir el paracaídas a unos 900 metros antes de llegar al suelo. De esta forma, la técnica permite evitar la detección y llegar rápidamente a las zonas de caída, aunque dejan poco margen para errores o averías del equipo.

Según el Ministerio de Defensa, el paracaidista estaba cayendo desde unos 4.572 metros cuando el paracaídas principal no se abrió. Equipado con un paracaídas de reserva, el soldado lo desplegó para ralentizar el descenso, pero no pudo abrirse a tiempo para llegar a la Zona de Descenso designada.

Al contrario, el soldado cayó rápidamente y se estrelló contra el techo de un edificio residencial, que afortunadamente no tenía a nadie adentro.

Como explican en IFLScience, aunque pueda parecer una especie de “milagro”, no lo es tanto:

Si bien puede parecer imposible, caer desde 4.500 metros difiere muy poco de caer desde 450 metros. En promedio, un paracaidista tarda solo 12 segundos en alcanzar la velocidad terminal, unos abrumadores 200 km/h, en cuyo tiempo habrán cubierto alrededor de 450 metros. Desde aquí, el paracaidista mantendrá una velocidad constante durante toda la inmersión, antes de desplegar un paracaídas para reducir la velocidad y aterrizar. Como tal, sobrevivir a caídas desde grandes altitudes se encuentra dentro de los dominios de las posibilidades, particularmente cuando el individuo es ligeramente frenado por un paracaídas medio abierto, lo que parece haber sucedido aquí'.

Por cierto, la caída libre más larga que se sobrevivió sin paracaídas ocurrió el 26 de enero de 1972, aunque esa es otra historia que ya contamos, la del descenso imposible de Vesna Vulovic.

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