¿Es posible que esta raya haya quedado embarazada por un tiburón?

Una raya residente en el Aquarium & Shark Lab de Henderson, Carolina del Norte, ha capturado la atención mundial al estar a punto de dar a luz sin haber tenido contacto con un macho de su especie. Charlotte, como la han bautizado, ha desconcertado a científicos y curiosos por igual.

Los primeros indicios de este fenómeno extraordinario surgieron cuando el cuerpo de Charlotte empezó a experimentar un crecimiento inusual a finales de noviembre pasado, desconcertando a sus cuidadores en el acuario. Inicialmente temiendo un tumor, una ecografía reveló que la raya albergaba huevos en su interior, desencadenando especulaciones sobre partenogénesis, un proceso de reproducción sin contribución genética masculina, una rareza observada en aves, reptiles y peces, pero no en mamíferos.

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Explicó que la partenogénesis ocurre cuando células llamadas “cuerpos polares”, que normalmente se desintegran, se fusionan con los óvulos, contribuyendo al material genético necesario para la formación de un embrión viable.

La intrigante pregunta sobre la posible participación de un tiburón en el embarazo de Charlotte ha dado lugar a numerosas especulaciones. La raya comparte su hábitat con cinco tiburones pequeños, y las marcas de mordeduras en su cuerpo han suscitado teorías sobre un posible apareamiento con uno de ellos.

Sin embargo, expertos como Demian Chapman del Laboratorio Marino y Acuario Mote, descartan esta posibilidad, afirmando que darle al tiburón la paternidad sería tan probable como asignársela a Elvis o Bigfoot. Kady Lyons, del Acuario de Georgia, argumenta que anatómicamente, tiburones y rayas no coinciden, y su ADN sería incompatible para la descendencia.

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A pesar de las teorías, los científicos realizarán pruebas de ADN a las crías una vez que nazcan para poner fin a la incertidumbre. Mientras tanto, la historia de Charlotte se ha convertido en un fenómeno mediático, atrayendo a multitudes ansiosas por presenciar el extraordinario acontecimiento. La directora adjunta del acuario, Kinsley Boyette, describe a Charlotte como una atracción adorable que disfruta de la atención, acercándose al vidrio y recibiendo afecto de sus cuidadores.