MÉXICO.- El cáncer, una palabra que evoca tanto temor como esperanza (para aquellos que lo han superado), ha sido un desafío para la humanidad a lo largo de los siglos. Pero, ¿siempre ha sido parte de nuestra historia, o es un mal moderno, resultado de nuestro estilo de vida actual?

Investigaciones que nos llevan al pasado revelan que el cáncer no era un tema común en las antiguas civilizaciones, pero eso no significa que no existiera.

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Sí existía, pero no se tenían las herramientas y el conocimiento para saber qué era exactamente.

Registros arqueológicos muestran pistas sobre su presencia, con huesos de esqueletos antiguos mostrando signos de tumores óseos y otras anomalías. Por ejemplo, esqueletos egipcios han sido encontrados con evidencia de cáncer de mama y tumores en la columna vertebral.

Además, textos médicos de civilizaciones como la antigua Grecia y Roma también mencionan enfermedades que podrían haber sido cáncer. Hipócrates, el célebre médico griego, describió casos de “úlceras malignas” que podrían haber sido tumores malignos. El papiro de Edwin Smith, un antiguo tratado médico egipcio, también hace referencia a enfermedades similares.

A medida que avanzamos en la historia, el cáncer se volvió más prominente. La revolución industrial, cambios en la dieta y el aumento de la esperanza de vida contribuyeron al incremento de casos. Sin embargo, también mejoramos en la detección temprana y la comprensión de los factores de riesgo.

El cáncer ha estado presente en la raza humana durante siglos, aunque no siempre se le dio el nombre que conocemos hoy. Nuestra lucha contra esta enfermedad continúa, pero también hemos logrado avances significativos en la prevención, el tratamiento y la investigación.