CHINA.- El Gāokǎo, conocido también como el Examen Nacional de Ingreso a la Universidad, es considerado como un evento anual de gran trascendencia en China, despertando tanto ansiedad como admiración. Este riguroso examen, considerado uno de los más difíciles a nivel mundial, es un hito determinante en el camino académico y profesional de millones de estudiantes chinos.

Desde la escuela secundaria, los estudiantes se embarcan en una intensa preparación que abarca años de esfuerzo y dedicación. Asisten a clases de preparación y se sumergen en un estudio incansable, abordando un temario amplio que incluye matemáticas, ciencias, historia, literatura y más. La presión que enfrentan es inmensa, agravada por las altas expectativas de sus familias.

También te puede interesar: VIRAL | Joven sorprende a su novia con una nueva computadora; ella así reaccionó

Este examen genera bastante estrés en la vida de los estudiantes, y ha sido una de las razones principales de la depresión y ansiedad en los jóvenes en China.

El día del examen, que se extiende a lo largo de tres jornadas consecutivas, los estudiantes se congregan en aulas silenciosas, confrontando preguntas desafiantes que evalúan su comprensión, razonamiento y habilidades de escritura. Las puntuaciones obtenidas no solo determinan su acceso a las universidades de élite, sino que también influyen en la elección de su carrera y, en última instancia, en sus oportunidades laborales futuras.

No obstante, detrás de este desafío se oculta una realidad preocupante. El estrés que acompaña al Gāokǎo puede tener un impacto devastador en la salud mental de los estudiantes. Muchos de ellos se sumergen en jornadas de estudio interminables, sacrificando horas de sueño y descanso, lo que repercute en su bienestar físico y emocional. La competencia feroz puede minar su autoestima y generar un deterioro en su salud mental, generando ansiedad y, en los peores casos, depresión.

A pesar de los desafíos que enfrentan, el Gāokǎo es un símbolo del compromiso de China con la educación y la excelencia académica. Es un testimonio del espíritu de lucha y perseverancia de los jóvenes chinos, quienes, con determinación, se enfrentan al examen más difícil del mundo con la esperanza de forjar un futuro brillante. El mundo observa con asombro su dedicación y valentía mientras abrazan este desafío monumental.