GROENLANDIA.- En las profundidades frías y vastas del Océano Ártico, un gigante marino ha capturado la atención global con su presencia majestuosa. El tiburón de Groenlandia, científicamente conocido como Somniosus microcephalus, ha emergido de las sombras del océano gracias a un reciente video viral que lo muestra en su hábitat natural. Este extraordinario ejemplar, cuya presencia se estima desde el año 1627, se erige como un testamento vivo de la longevidad en el reino animal.

Con una esperanza de vida que puede superar los 392 años, el tiburón de Groenlandia se alza como el vertebrado más longevo de nuestro planeta. Estos colosos marinos, que pueden alcanzar dimensiones de hasta seis metros de longitud, constituyen una visión inusual y fascinante, evocando imágenes de un mundo submarino inalterado por el paso del tiempo.

A pesar de su imponente tamaño, la existencia del tiburón de Groenlandia transcurre en relativa serenidad, desplazándose lentamente a través de las gélidas aguas del Atlántico Norte y el Ártico, cerca de las costas de Groenlandia e Islandia. Su dieta, principalmente compuesta por peces, calamares y mamíferos marinos, ocasionalmente incluye restos de animales terrestres arrastrados por las corrientes marinas.

También te puede interesar: ¡Científicos reconstruyen el cráneo de una mujer neandertal que vivió en la Tierra hace unos 75 mil años!

Lo curioso

¿Por qué las puertas de los baños públicos siempre están separadas del suelo? Hay más de una razón para ello

Razón de su longevidad.

La extraordinaria longevidad de estos tiburones encuentra su explicación en su metabolismo pausado y en las gélidas aguas que habitan, factores que ralentizan su crecimiento y desarrollo. Según los científicos, estos tiburones apenas crecen al ritmo de un centímetro por año, alcanzando la madurez sexual a los asombrosos 150 años.

No obstante, determinar la edad precisa de estos colosos marinos representa todo un desafío. A diferencia de otros animales que presentan tejidos calcificados reveladores de su edad, como los anillos de crecimiento, los tiburones de Groenlandia carecen de tales estructuras. Por consiguiente, los investigadores han recurrido a la datación por radiocarbono del tejido ocular para estimar su longevidad.

Aunque la existencia de un tiburón de Groenlandia de 392 años pueda parecer un mito, su capacidad para sobrevivir y prosperar en uno de los entornos más hostiles de la Tierra es incuestionable. En un mundo que cambia constantemente, estos majestuosos animales continúan siendo un enigma, un símbolo de resistencia y adaptación en los vastos confines del océano.