MÉXICO.- En muchas familias, existe una arraigada tradición de criar cerdos durante un periodo de tiempo para luego, en eventos importantes o reuniones familiares, proceder a sacrificarlos y cocinarlos.

Esta práctica, que forma parte del legado cultural de numerosas comunidades, genera una serie de experiencias y emociones encontradas, especialmente entre los más jóvenes.

Es común escuchar relatos de personas que, durante su infancia, se encariñaron con los cerdos que sus familias criaban, tratándolos como mascotas. El vínculo afectivo que se crea puede hacer que el momento del sacrificio sea especialmente duro para ellos. Muchos adultos recuerdan cómo, la primera vez que presenciaron la preparación de un cerdo para la cocina, se sintieron profundamente perturbados.

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La dualidad de emociones de este niño se ha viralizado en redes sociales.

Un reciente video publicado en TikTok por la usuaria Jocelyn Coronel ha puesto de manifiesto esta dualidad de emociones. En el video, se observa la reacción de un niño al presenciar el sacrificio de un cerdo por primera vez.

Con lágrimas en los ojos y notable indignación, el niño exclamó: “¡Asesinos, son unos asesinos!”. Sin embargo, lo que resultó gracioso para muchos fue que, en una escena posterior, se veía al mismo niño disfrutando de una costilla de cerdo, aparentemente habiendo olvidado su previo disgusto.

Este video ha capturado la atención de una vasta audiencia, acumulando 3,1 millones de reproducciones y más de medio millón de “me gusta”.

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