El niño con más mala suerte: Estuvo a punto de morir más de 10 veces en su vida

MÉXICO.- En el mundo de las curiosidades históricas, hay historias que desafían toda lógica y dejan a uno sin palabras.

Tal es el caso de Adolphe Sax, un hombre cuya vida parece haber sido sacada de una novela de ficción por su capacidad de sobrevivir a múltiples tragedias.

Adolphe Sax nació en 1814 y desde muy temprano, el destino parecía empeñado en acabar con su vida. A los tres años, sufrió una caída desde unas escaleras altísimas, golpeándose la cabeza contra el suelo de piedra.

Pese a estar en coma una semana, sobrevivió. Este fue solo el inicio de una serie de eventos desafortunados que harían que cualquiera se preguntara cómo fue posible que sobreviviera.

Lo curioso

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Poco tiempo después, se tragó una enorme aguja que, milagrosamente, no lo mató y salió intacta del otro lado de su cuerpo.

Como si esto no fuera suficiente, confundió un vaso de ácido sulfúrico con leche y lo bebió, solo para sobrevivir nuevamente.

Adolphe también se cayó en el fuego de la cocina de su casa, sufriendo quemaduras graves. Más adelante, se cayó en un río y apenas logró ser revivido. Una teja de un techo le cayó en la cabeza mientras caminaba por la calle, dejándolo en coma otra vez.

Los infortunios no cesaron con la infancia. Años después, trabajando en su taller, un depósito de pólvora explotó cerca de él. Con tan mala suerte acumulada, su madre llegó a decir que estaba maldito y que no sobreviviría mucho tiempo.

Sin embargo, contra todas las probabilidades, Adolphe Sax no solo sobrevivió, sino que se convirtió en un talentoso fabricante de instrumentos. En 1840, inventó uno de los instrumentos musicales más emblemáticos: el saxofón.

La historia de Adolphe Sax es un claro ejemplo de cómo la perseverancia y la resistencia pueden superar incluso los desafíos más extremos. Es un recordatorio de que, a veces, el destino tiene planes insospechados para aquellos que parecen destinados a no sobrevivir.