MÉXICO.- La memoria fotográfica, también conocida como memoria eidética o memoria hierática, ha sido objeto de fascinación y debate durante mucho tiempo. ¿Existe realmente esta habilidad extraordinaria de recordar imágenes con un nivel de detalle asombroso? Vamos a explorar los aspectos clave de la memoria fotográfica.

La memoria fotográfica se refiere a la capacidad de codificar información visual o escrita de manera visual, retenerla con gran precisión y recordarla posteriormente como si la imagen estuviera frente a nuestros ojos.

Quienes poseen esta habilidad procesan las imágenes escaneándolas minuciosamente con los ojos y pueden recordarlas horas después. Sin embargo, aquí surge una pregunta importante: ¿es real o simplemente un mito?

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¿Quiénes nacen con memoria fotográfica?

Se estima que solo alrededor del 1% de la población posee esta capacidad extraordinaria. Aunque algunos expertos afirman que todos nacemos con cierto grado de memoria fotográfica, a medida que crecemos, tendemos a perderla.

Esto podría deberse a la falta de entrenamiento y estimulación o al hecho de que los adultos tienden a codificar la información de manera verbal y visual en lugar de fotográfica. En la infancia, algunos niños experimentan memoria eidética, pero tienden a perderla alrededor de los seis años, ya que desarrollan otras formas más eficientes de procesar información y construir memoria autobiográfica y verbal.

Mitos comunes sobre la memoria fotográfica

Perfección absoluta: a menudo se cree que las personas con memoria fotográfica pueden recordar todo con precisión perfecta. Sin embargo, la realidad es diferente. Las imágenes eidéticas no son siempre impecables, y su nivel de detalle puede variar. No todos los detalles se retienen con perfección.

Herencia genética: se pensaba que la memoria fotográfica era hereditaria, pero no está relacionada directamente con el coeficiente intelectual ni con otros tipos de memoria. No todos los niños que la experimentan en la infancia la mantienen en la edad adulta.

Capacidad universal: aunque algunos testimonios sugieren su existencia, no hay pruebas científicas contundentes. En lugar de ser una habilidad universal, parece ser una combinación de varias habilidades, como la memoria visual, la familiaridad con el material y el esfuerzo personal. Además, quienes la poseen suelen perfeccionarla a lo largo de la vida mediante la práctica y estrategias mnemotécnicas.

La memoria fotográfica sigue siendo un enigma. Aunque algunos la consideran un mito, otros la han experimentado de manera asombrosa. Quizás, en última instancia, la respuesta se encuentre en la combinación de habilidades y la singularidad de cada individuo. Independientemente de su existencia, sigue siendo un tema fascinante que nos invita a explorar los límites de nuestra mente y memoria.

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