Comer frente a las pantallas aumenta el consumo de ultraprocesados en adolescentes: Estudio

El hábito de comer delante de pantallas, ya sea en dispositivos móviles u otros, está asociado con un mayor consumo de productos ultraprocesados entre los adolescentes. Según un estudio realizado por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), liderado por la investigadora Mónica Rodríguez-Barniol del FoodLab de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, este comportamiento es atribuido por los jóvenes, la influencia de sus amigos, la falta de habilidades culinarias y los modelos de alimentación en sus familias y la sociedad.

Definición y ejemplos de ultraprocesados

Los alimentos ultraprocesados incluyen productos industriales elaborados con ingredientes derivados del fraccionamiento de alimentos, a los cuales se añaden aditivos, estabilizantes, potenciadores del sabor, colorantes y otros componentes. Entre estos se encuentran refrescos, pizzas, zumos industriales, patatas fritas, bollería, barritas y alimentos precocinados, conocidos por su conveniencia y amplia disponibilidad en el mercado.

Rodríguez-Barniol señala que, aunque existen estudios previos sobre el impacto de las pantallas en la salud y el consumo de ultraprocesados, hay una escasez notable de investigación centrada en la percepción de los propios adolescentes sobre este tema. Los jóvenes mencionan que factores como el costo accesible, los hábitos adquiridos en el entorno familiar y social, así como el atractivo y la facilidad de preparación de estos alimentos, influyen en su consumo.

El estudio revela que el desayuno y la merienda son los momentos del día en que los adolescentes tienden a consumir más ultraprocesados, como aperitivos salados, cereales azucarados, galletas y caramelos. Estos productos suelen adquirirse en tiendas cercanas al instituto o encontrarse en el hogar, facilitando su acceso y consumo impulsivo cuando los adolescentes están solos frente a las pantallas.

Impacto en la salud

Consumir regularmente ultraprocesados está asociado a un aumento del sobrepeso y la obesidad, condiciones que son factores de riesgo significativos para enfermedades cardiovasculares, diabetes y varios tipos de cáncer. Además, estos alimentos pueden tener efectos adversos en la salud mental de los jóvenes, según lo evidenciado por estudios científicos que destacan su baja densidad de nutrientes esenciales y altos contenidos de grasas, azúcares y sodio.

A pesar de la percepción de los adolescentes sobre la influencia de la publicidad en pantallas en sus hábitos alimentarios, Rodríguez sugiere que se requieren más investigaciones para evaluar la efectividad de regular dicha publicidad como medida para reducir el consumo de ultraprocesados. Este enfoque podría jugar un papel crucial en la promoción de dietas más saludables entre los jóvenes.