MÉXICO.- La saliva, ese líquido incoloro que a menudo pasa desapercibido, es un componente vital de nuestra fisiología diaria. Según estudios recientes, un ser humano produce entre 0.5 y 1.5 litros de saliva al día, lo que equivale a una producción de 0.3 a 0.4 mililitros por minuto.

A lo largo de la vida, esta cantidad podría llenar varias piscinas, considerando que una piscina olímpica contiene aproximadamente 2,500,000 litros de agua.

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¿Cuál es la función de la saliva?

Este líquido esencial cumple múltiples funciones en el mantenimiento de nuestra salud bucodental y digestiva. La saliva lubrica y protege la mucosa oral y los dientes, remineraliza la superficie dental y facilita la deglución y el tránsito del bolo alimenticio a través del tubo digestivo.

Estas acciones no solo previenen atragantamientos, sino que también mejoran la capacidad de las papilas gustativas para identificar los sabores, enriqueciendo así nuestra experiencia sensorial al comer.

Además de sus funciones mecánicas y sensoriales, la saliva posee propiedades antibacterianas cruciales para la protección de la salud bucodental. Estas propiedades ayudan a prevenir trastornos comunes como la caries, actuando como una barrera natural contra los microorganismos que pueden causar infecciones y deterioro dental.

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