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El primer “robot” de ajedrez engañó a todos: “El turco” en el año 1770

Este ingenioso dispositivo no solo asombró a las audiencias de su tiempo, sino que también planteó preguntas sobre los límites entre la tecnología y el ingenio humano

El primer “robot” de ajedrez engañó a todos: “El turco” en el año 1770

MÉXICO.- En 1770, el barón húngaro Wolfgang von Kempelen presentó al mundo una invención que desafiaría la lógica y la comprensión de la época: “El Turco”, una máquina autómata diseñada para jugar al ajedrez.

Este ingenioso dispositivo no solo asombró a las audiencias de su tiempo, sino que también planteó preguntas sobre los límites entre la tecnología y el ingenio humano.

Un Milagro Mecánico

“El Turco” consistía en una figura con aspecto otomano, vestida con atuendos orientales y sentada ante un tablero de ajedrez. La estructura principal del dispositivo era una caja de madera que contenía una compleja maquinaria de relojería.

Ante la mirada del público, Kempelen abría las puertas de la caja, mostrando intrincados engranajes y ruedas, para demostrar que no había espacio para una persona oculta en su interior.

El autómata fue presentado en la corte de la emperatriz María Teresa de Austria, donde jugó y venció a numerosos oponentes, incluyendo a importantes personalidades de la época. La capacidad de “El Turco” para derrotar a jugadores humanos causó una mezcla de asombro y escepticismo.

El Misterio Revelado

A pesar de su apariencia de ingenio mecánico, “El Turco” no era más que una elaborada ilusión. En realidad, dentro de la caja había un habilidoso jugador de ajedrez, que manipulaba las piezas a través de un sistema de imanes y palancas ocultas.

Esta persona se escondía detrás de paneles y compartimentos secretos, eludiendo la inspección cuando Kempelen abría las puertas para mostrar los mecanismos internos.

El engaño fue revelado años más tarde, pero solo después de que “El Turco” había recorrido gran parte de Europa, desafiando y venciendo a jugadores en varias cortes reales y círculos intelectuales.

Entre sus oponentes más famosos se encontraba Napoleón Bonaparte, quien también fue derrotado por el astuto dispositivo.

Impacto en la Historia de la Tecnología

A pesar de ser un fraude, “El Turco” tuvo un impacto significativo en la percepción y desarrollo de la tecnología. Su existencia inspiró a ingenieros e inventores a explorar los límites de la automatización y la inteligencia artificial.

En el siglo XIX, Edgar Allan Poe escribió un ensayo desentrañando el funcionamiento del autómata, mientras que Charles Babbage, conocido como el padre de la computación, también se mostró interesado en el misterio del “robot” de ajedrez.

En retrospectiva, “El Turco” representa una fascinante mezcla de espectáculo, ingeniería y engaño. Aunque no era un verdadero autómata, su legado perdura como un recordatorio de la eterna curiosidad humana por crear máquinas que puedan emular la inteligencia y habilidades humanas.

En el siglo XXI, mientras la inteligencia artificial y los robots avanzan a pasos agigantados, “El Turco” sigue siendo una anécdota cautivadora de los primeros intentos por alcanzar lo que hoy consideramos tecnología avanzada.

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