El soviético que descifró el mayor misterio de los Mayas y sin pisar México

Yuri Knórozov, el brillante lingüista soviético que logró descifrar la enigmática escritura maya sin haber pisado jamás América, es un nombre poco conocido pero crucial en el mundo de la arqueología y la historia. Su trabajo revolucionó el estudio de la civilización maya y desentrañó secretos ocultos durante siglos.

La historia comienza en el siglo XVI, cuando los españoles llegaron a la península de Yucatán y encontraron una civilización avanzada: los mayas. Esta cultura había desarrollado un complejo sistema de escritura, presente en vasijas, estelas y códices. Los códices mayas, considerados sagrados, contenían vastos conocimientos sobre astronomía, agricultura e historia.

En 1562, una tragedia cultural golpeó a los mayas. Fray Diego de Landa, un misionero franciscano, ordenó la quema de todos los códices mayas en un auto de fe, argumentando que contenían la palabra del diablo. Este acto destructivo eliminó gran parte del conocimiento escrito de los mayas, y actualmente solo se conservan cuatro códices originales: los de Dresde, Madrid, París y México.

Yuri Knórozov y su gran aporte a la humanidad

Durante siglos, arqueólogos y antropólogos intentaron descifrar los glifos mayas sin éxito. Fue un misterio indescifrable hasta la llegada de Yuri Knórozov. Nacido en 1922 en Járkov, en la entonces República Socialista Soviética de Ucrania, Knórozov mostró desde joven una inteligencia extraordinaria y un gran interés por la lingüística.

Después de la Segunda Guerra Mundial, mientras estudiaba en la Universidad de Moscú, Knórozov encontró un libro que contenía reproducciones de los códices mayas. Intrigado, comenzó a investigar y propuso que los glifos mayas representaban sonidos y sílabas, no solo ideas. Este enfoque revolucionario permitió descifrar la escritura maya, revelando su componente fonético y abriendo la puerta a nuevas interpretaciones.

Gracias a Knórozov, hoy podemos entender mejor la riqueza de la cultura maya a través de sus textos, que abarcan desde astronomía hasta historia. Su legado ha inspirado a generaciones de investigadores y ha iluminado aspectos cruciales de nuestra historia compartida.

Yuri Knórozov, sin haber pisado nunca México, descifró uno de los mayores misterios de la antigua civilización maya, demostrando que la curiosidad y la dedicación pueden romper barreras y revelar los secretos más profundos de nuestra humanidad.