¿Por qué Uruguay es el país más caro de América Latina?

Cuando un habitante de Rivera, una ciudad fronteriza uruguaya, visite el supermercado local esta semana, se encontrará con que un tubo de pasta de dientes de 180 gramos cuesta 243 pesos (US$6,20). Si cruza la calle a Sant’Ana do Livramento, en Brasil, la misma pasta dental cuesta 6,99 reales (US$1,28). Este ejemplo ilustra la realidad de que Uruguay es un país caro.

Un estudio del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), encargado por el Banco Central de Uruguay, revela que el precio de los productos importados casi se triplica para el consumidor final. La diferencia es aún mayor en productos como jabón o desodorante, cuyo precio se multiplica hasta por seis veces. Según el Banco Mundial, en promedio, los precios en Uruguay son un 27% más altos que en 43 países comparados.

En comparación con América Latina, los productos en Uruguay cuestan más del doble que en Bolivia, un 80% más que en México y un 20% más que en Brasil y Argentina. En productos de higiene y limpieza, Uruguay es un 58% más caro que el promedio de países; en alimentos y bebidas no alcohólicas, un 55% más caro; y en artículos de informática y electrónica, un 43% más caro.

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El economista Ignacio Umpierrez, del CED, explicó a BBC Mundo que los precios altos en Uruguay no son una cuestión coyuntural del valor del peso uruguayo, sino un “efecto país”. El mercado uruguayo, pequeño y concentrado en pocas empresas, permite a estas tener un gran poder de fijación de precios, resultando en ganancias elevadas para los importadores y márgenes de ganancia altos para los distribuidores.

Sebastián Fleitas, economista de la Universidad Católica de Chile, señaló que Uruguay enfrenta altos costos de transporte y logística debido a su lejanía del resto del mundo. Además, existen aranceles y tasas elevadas, así como la obligación de contratar agentes de aduanas para cada importación.

El sistema tributario uruguayo, con impuestos directos al consumo y altos costos de energía, también contribuye a los altos precios. Por ejemplo, el litro de gasolina en Uruguay es el más caro de América Latina y el decimoquinto más caro del mundo, debido a la carga impositiva. La electricidad también es costosa, en parte por las inversiones en fuentes de energía renovables.

A pesar de tener el mayor Producto Interno Bruto per cápita de América Latina, con unos US$22.000, y un ingreso promedio por hogar de US$2.500 mensuales, los uruguayos sienten que vivir en su país es muy caro. Comparado con España, donde los ingresos mensuales son de US$3.200, las compras en Uruguay cuestan un 25% más.

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Aunque el Estado de bienestar en Uruguay tiene sus beneficios, también genera costos que se trasladan a los precios. Fleitas concluye que Uruguay es caro no solo por los beneficios para la población, sino también por las rentas que se quedan unos pocos empresarios y trabajadores en sectores de grandes márgenes de ganancia.

Con información de BBC Mundo.