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Trabajadores del Antiguo Egipto también tenían mala pose en la “oficina” como nosotros, según estudio

Un detalle fascinante sobre la vida de los antiguos “escribas”

Trabajadores del Antiguo Egipto también tenían mala pose en la “oficina” como nosotros, según estudio

¿Sabías que los escribas del Antiguo Egipto, considerados guardianes del conocimiento, sufrían terribles problemas de salud similares a los de los trabajadores de oficina modernos? Estos escribas, parte de la élite egipcia gracias a su habilidad para leer y escribir, pasaban largas horas en posturas incómodas que dejaban huellas en sus huesos.

Descubrimientos arqueológicos sorprendentes

Un estudio reciente publicado en la revista Scientific Reports el 27 de junio reveló detalles sobre los problemas de salud de estos antiguos escribas. Arqueólogos examinaron 69 esqueletos masculinos, 30 de ellos escribas, enterrados entre 2700 y 2180 a.C. en una necrópolis en Abusir, Egipto. Los resultados mostraron que los escribas tenían más problemas degenerativos en las articulaciones que otros trabajadores.

Las marcas de una vida de escritorio

Los huesos de los escribas revelaron cambios degenerativos en varias áreas: la clavícula derecha, el húmero derecho, la base del fémur derecho y las vértebras superiores de la columna. También presentaban indentaciones únicas en las rótulas y superficies aplanadas en el tobillo derecho. ¿La causa? Las largas horas sentados en posiciones incómodas, cruzados de piernas o arrodillados, con el papiro en el regazo y la cabeza inclinada hacia adelante.

¿Escribas del pasado o “Godínez”?

Petra Brukner Havelková, antropóloga y autora principal del estudio, destacó las similitudes entre los problemas de los escribas y los de los trabajadores de oficina de hoy en día. Aunque eran dignatarios de alto rango, enfrentaban riesgos ocupacionales similares, con estrés en el cuello y los hombros debido a sus posturas de trabajo.

Las estatuas y el arte mural en las tumbas egipcias ofrecen una visión fascinante de cómo trabajaban los escribas. Veronika Dulíková, coautora del estudio, explicó que estas representaciones son cruciales para entender los cambios físicos que experimentaron debido a sus tareas laborales.

Herramientas de escritura y desgaste físico

Los esqueletos de los escribas también mostraban desgaste en las mandíbulas y los pulgares derechos, probablemente debido a masticar los extremos de los juncos para hacer utensilios de escritura y sujetarlos firmemente mientras escribían. Este hábito contribuyó al deterioro observado en sus huesos.

Los investigadores concluyeron que las posturas prolongadas y las tareas repetitivas relacionadas con la escritura causaron una sobrecarga extrema en las mandíbulas, el cuello y los hombros de los escribas. Este estudio nos muestra cómo, a pesar de los avances tecnológicos, seguimos enfrentando problemas similares a los de nuestros antepasados.

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