Barbie humana gasta más de 2 millones de pesos para parecerse a la muñeca
Una transformación extrema que hace que nos preguntemos, ¿cuándo es suficiente?
Alicia Almira, originaria de Suecia y residente en el Reino Unido, ha pasado los últimos diez años transformando su apariencia para parecerse a una muñeca Barbie humana.
Desde los 21 años, Alicia ha invertido aproximadamente £100,000 (2,305,744.38 de pesos) en cirugías plásticas y procedimientos estéticos, convirtiéndose en una figura completamente diferente a la que era antes.
¿Qué procedimientos se ha realizado la “Barbie humana”?
Alicia ha pasado por numerosas intervenciones quirúrgicas y estéticas, incluyendo:
- Múltiples aumentos de senos
- Rinoplastia
- Rellenos en la frente, alrededor de los ojos, mejillas, mandíbula y labios
- Botox
- Hilos PDO
- Tatuajes extensos en el pecho y el torso
- Uñas extremadamente largas
- Extensiones de pestañas y un bronceado constante
¿Por qué decidió transformarse?
Según una historia de The Daily Mail, el deseo de Alicia por transformarse comenzó a los nueve años, inspirado por personajes de un programa de televisión danés llamado “King’s Girls”. Aunque creció en una familia tradicional y mantuvo una apariencia convencional hasta los 18 años, su anhelo por una apariencia más extrema siempre estuvo presente.
Tras mudarse a Londres y dejar su trabajo en relaciones públicas, decidió perseguir su sueño de convertirse en una “bimbo” plástica. En una entrevista reciente, Alicia menciona que ha “borrado quién solía ser” para convertirse en lo que es ahora, y que no se arrepiente de las cirugías realizadas.
Alicia ha encontrado una fuente de ingresos lucrativa en plataformas de contenido para adultos, donde comparte contenido exclusivo. Este éxito financiero le ha permitido costear las múltiples cirugías y procedimientos que ha deseado.
¿Seguirá haciéndose más cirugías?
Alicia no planea detenerse en su búsqueda de la perfección plástica. De hecho, desea realizar más cirugías en el futuro, incluyendo un aumento adicional de senos. También apoya la idea de que sus hijos, si lo desean, puedan someterse a cirugías estéticas.
La historia de Alicia Almira es un ejemplo de cómo algunas personas eligen modificar radicalmente su apariencia para alinearse con sus ideales personales y estéticos. A través de su viaje, Alicia desafía las normas sociales y enfrenta críticas, pero sigue firme en su decisión de vivir su vida según sus propias creencias y deseos.
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