¿Conoces la historia del ingeniero mexicano que creó el mango Ataúlfo?

El mango Ataúlfo, también conocido como mango de miel, es uno de los frutos más emblemáticos de México, reconocido por su sabor dulce y jugosidad excepcionales. Pero, ¿sabías que esta deliciosa variedad tiene una historia fascinante detrás de su creación?

Ataúlfo Morales, un ingeniero agrónomo originario de Chiapas, es el hombre que transformó el mango en una fruta apreciada tanto en México como en el extranjero. En 1948, Morales emprendió un ambicioso proyecto para mejorar las características del mango tradicional, buscando una variedad que combinara un sabor más dulce y una pulpa más carnosa. Su esfuerzo dio frutos con la creación del mango Ataúlfo, una variedad que destaca por su piel amarilla brillante y su pulpa suave y menos fibrosa comparada con otros tipos de mango.

De Chiapas al mundo

Aunque el mango Ataúlfo es solo una de las muchas variedades de mango disponibles en el mercado, su impacto es significativo. A pesar de que el 77% de la producción mundial de mango proviene de Asia, el mango Ataúlfo ha conquistado los paladares internacionales, convirtiéndose en un favorito en mercados de Japón, Estados Unidos y Canadá. Actualmente, México exporta hasta 370,000 toneladas de mango al año, gracias en gran parte al trabajo innovador de Morales.

Morales no solo mejoró el mango desde una perspectiva agronómica, sino que también sentó las bases para el reconocimiento internacional de este fruto mexicano. En 1963, Morales perfeccionó su variedad a través de técnicas de injerto, y en 2002, el mango Ataúlfo recibió oficialmente la denominación de origen mexicano. Esta distinción asegura que la fruta que disfrutamos hoy es el resultado de décadas de dedicación y experimentación por parte de Morales.

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Hoy en día, el mango Ataúlfo es celebrado por su sabor inigualable y su textura jugosa. Su temporada va de febrero a agosto, y su popularidad ha llevado a que se le conozca en algunos lugares como honey mango. Este mango de 350 gramos por pieza es ideal para consumirlo en postres, ensaladas, y jugos, y continúa siendo una joya de la agricultura mexicana.