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¿Cuál es el origen de las estatuas vivientes?

La práctica de las estatuas vivientes tiene una historia que se remonta a la antigüedad, donde las personas se maquillaban y vestían como figuras inertes para sorprender o asustar a los transeúntes.

Las estatuas vivientes son elementos icónicos en todo el mundo, ya sea en plazas o calles; estas tienen una gran importancia debido a su capacidad para transformar espacios urbanos en escenarios de asombro y de entretenimiento; inclusive interactuando con las personas jugándoles bromas a los transeúntes.

En las sombras de la noche, en las plazas y calles más transitadas, se encuentran figuras inmóviles, casi espectrales, que parecen haber sido sacadas de un mundo de fantasía o de una pesadilla viviente. Estas figuras, congeladas en el tiempo y el espacio, no son meras estatuas, sino seres humanos que han dominado el arte de la inmovilidad: las estatuas vivientes.

¿Cuál es el origen de las estatuas vivientes?

La práctica de las estatuas vivientes tiene una historia que se remonta a la antigüedad, donde las personas se maquillaban y vestían como figuras inertes para sorprender o asustar a los transeúntes.

Sin embargo, la forma moderna de este arte callejero, empezó a tomar una mejor dimensión a partir del siglo XX, especialmente en Europa, ciudades como París o Barcelona, donde los artistas callejeros buscaban distintas formas de atraer la atención y las monedas de los turistas.

Es menester señalar que, la verdadera maestría de una estatua viviente, radica en su gran capacidad para permanecer inmóvil durante largos periodos de tiempo; que pueden ir desde minutos hasta horas, esto sin mover ni un solo músculo o siquiera pestañear. Es decir: requiere de una gran fuerza física y una disciplina mental extraordinaria.

Por tanto, los artistas que hacen a las estatuas vivientes, deben entrenar su cuerpo y mente con el fin de soportar la fatiga, las inclemencias del tiempo y, en ocasiones, las miradas y comentarios de los espectadores.

Las estatuas vivientes no solo se limitan a las calles y plazas; su arte ha evolucionado y ha encontrado un lugar en eventos culturales, festivales y ferias alrededor del mundo. En lugares como el Festival Internacional de Estatuas Vivientes en Arnhem, Países Bajos, los artistas compiten y muestran sus habilidades ante miles de espectadores, llevando este arte a nuevos niveles de creatividad y profesionalismo.

No obstante, y más allá del entretenimiento, as estatuas vivientes juegan un papel importante en la cultura urbana moderna. Actúan como puntos de reflexión y curiosidad, rompiendo la monotonía del día a día y proporcionando un momento de asombro y admiración. Su presencia en las ciudades también fomenta un sentido de comunidad, ya que los transeúntes se detienen, interactúan y, a menudo, contribuyen con donaciones.

Cada estatua viviente tiene una historia única. Muchos de estos artistas son personas apasionadas por el teatro, la danza o el arte, que encuentran en esta forma de expresión una manera de conectarse con el público de una manera directa y sin intermediarios. A través de sus poses y maquillajes, comunican emociones y narrativas que van más allá de las palabras, creando un vínculo efímero pero profundo con los espectadores.

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