Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Lo curioso / Arte

El Jilguero: Una obra maestra de Carel Fabritius

En el siglo XVII, los jilgueros eran mascotas populares, apreciadas no solo por su belleza y canto, sino también por su capacidad para realizar trucos.

El Jilguero: Una obra maestra de Carel Fabritius

El Jilguero es la última obra del artista neerlandés Carel Fabritius, pintada en 1654. Esta obra, titulada originalmente Het puttertje, se encuentra actualmente en el Museo Mauritshuis en La Haya, Países Bajos. Pertenece al período barroco y destaca por sus trampantojos y ilusiones ópticas, elementos que resaltan el realismo en la pintura. El cuadro, realizado con óleo sobre lienzo y de dimensiones 33,5 x 22,8 cm, es un testimonio de la maestría de Fabritius en la representación de animales.

El Jilguero retrata a un pequeño pájaro de cuerpo marrón, con plumas negras y amarillas, y una característica cabeza roja. En una de sus patas, el ave lleva una anilla que lo mantiene atado a su percha, simbolizando su cautiverio. A pesar de su situación, el jilguero no se muestra frágil ni asustado; al contrario, mira fijamente al espectador con sus diminutos ojillos negros, transmitiendo una sensación de dignidad y fortaleza.

Carel Fabritius, Países Bajos, 1622–1654.

Fabritius evita cualquier fondo complejo, optando por una pared clara bañada por el sol, lo que crea un efecto de claroscuro y un trampantojo que acentúa el realismo de la escena. La técnica del empaste utilizada en la pintura del pájaro, con diferentes espesores en las zonas de color, da vida a las plumas amarillas y al rojo de la cabeza, a pesar de que este último haya perdido intensidad con el tiempo.

En el siglo XVII, los jilgueros eran mascotas populares, apreciadas no solo por su belleza y canto, sino también por su capacidad para realizar trucos, como sacar agua de un recipiente con un dedal. Sin embargo, la elección de Fabritius de pintar a un jilguero en una composición tan destacada es inusual para la época, cuando las aves en las pinturas solían aparecer en bodegones o naturalezas muertas como trofeos de caza.

Este cuadro adquiere una dimensión aún más intrigante al considerarse la última obra de Fabritius, quien murió en una explosión en Delft en 1654, año en que el cuadro fue firmado y fechado. Milagrosamente, El Jilguero sobrevivió a la catástrofe que destruyó el taller del artista.

El cuadro del jilguero no solo es una obra de arte impresionante, sino también un símbolo de supervivencia. Es como si este bello pájaro hubiera querido asegurarse de que pudiéramos contemplarlo en los siglos venideros, negándose a desaparecer.

Te puede interesar: ¿Cuáles son las caricaturas más populares de los 90?

Para aquellos interesados en profundizar en la historia de este cuadro, la novela El Jilguero (2014) de la escritora estadounidense Donna Tartt ofrece una fascinante narrativa en la que esta obra de Fabritius juega un papel protagonista.

Con información de HA!

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados