Albert Hofmann: El paseo en bicicleta donde ocurrió uno de los hallazgos más sorprendentes del Siglo XX

¿Cuál es la historia de las sustancias ilegales? ¿Cómo se descubren? En ocasiones, las historias detrás de sus hallazgos pueden ser completamente accidentales. En 1943, un químico suizo llamado Albert Hofmann hizo uno de estos descubrimientos accidental que cambiaría la historia de la ciencia y la cultura alrededor del mundo.

Mientras trabajaba en su laboratorio, Hofmann comenzó a experimentar sensaciones extrañas: El cuarto le trasmitió una sensación de que las paredes y objetos flotaban, y al mismo tiempo, el ambiente se pintó de colores. Hofmann había ingerido una pequeña cantidad de LSD, sustancia que él mismo había sintetizado años atrás.

¿Qué es el LSD?

El LSD, o dietilamida de ácido lisérgico, fue sintetizado por Hofmann en 1938 a partir del cornezuelo del centeno, un hongo que coloniza los granos de este cereal.

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A pesar de haber sido probado en animales, la sustancia no mostró ninguna utilidad aparente, por lo que los laboratorios Sandoz, donde trabajaba Hofmann, decidieron detener la investigación.

El primer uso intencional

Según divulgó en un hilo de Twitter (ahora X) el usuario Iván Fernández Amil, el 19 de abril de 1943, Hofmann decidió experimentar nuevamente con el LSD para confirmar sus sospechas sobre los efectos que había experimentado accidentalmente. Ingerió un cuarto de miligramo, una cantidad que consideró mínima. Sin saberlo, estaba tomando cinco veces la dosis máxima recomendada, lo que resultó en una experiencia intensa.

El famoso viaje en bicicleta de Albert Hofman

Después de ingerir el LSD, Hofmann decidió regresar a casa en bicicleta. Durante el trayecto, experimentó alucinaciones vívidas y la sensación de que había abandonado su cuerpo físico. Incluso pensó que había perdido su cordura o que estaba muerto. Sin embargo, después de seis horas, los efectos comenzaron a desvanecerse y Hofmann volvió a la normalidad.

¿Por qué se prohibió el LSD?

Tras el descubrimiento, Hofmann escribió un informe para los laboratorios Sandoz, compañía que distribuyó el LSD bajo la marca “Delysid” a médicos e instituciones especializadas en psiquiatría. Sin embargo, el abuso y mal uso de la sustancia llevaron a la interrupción de su distribución.

A pesar de las controversias alrededor de esta sustancia, el LSD se convirtió en un fenómeno importante de la cultura occidental del siglo XX, sobre todo durante el auge de los movimientos artísticos y el activismo político de la década de los 60. Bandas como The Beatles o la cultura Hippie popularizaron a su vez el uso del LSD con fines recreativos. Incluso, la CIA mostró interés en la sustancia para posibles usos militares.

¿Qué le pasó a Hofmann?

Poco antes de cumplir 100 años, Hofmann llamó al LSD “medicina para el alma” y mostró su frustración por su prohibición mundial.

El químico suizo argumentaba que el LSD se usó con éxito en psicoanálisis durante diez años, pero fue malinterpretado por la contracultura de los años 60 y criticado injustamente por la sociedad conservadora y grupos de poder políticos. Aunque reconoció que el LSD puede ser peligroso si se usa incorrectamente, destacó sus beneficios terapéuticos.

En 2007, las autoridades suizas permitieron estudios psicoterapéuticos con LSD en pacientes terminales, marcando el primer estudio en 35 años sobre sus efectos terapéuticos. Hofmann aclamó estos estudios y reiteró su creencia en los beneficios del LSD, con el apoyo continuo de la Asociación Multidisciplinaria de Estudios Psicodélicos (MAPS).

Finalmente, en 2008 moriría de un infarto al corazón el hombre que le enseñó al mundo una nueva dimensión de colores y percepciones sensoriales.

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