Mercurio tiene capa de diamantes de 15 kilómetros de profundidad bajo su superficie, sugiere estudio
Los diamantes podrían ser responsables del campo magnético de Mercurio al transferir calor entre el núcleo y el manto
Un reciente estudio sugiere que podría existir una capa de diamantes de casi 15 kilómetros de espesor debajo de la superficie de Mercurio. La revelación, publicada el 14 de junio en la revista Nature Communications, podría ayudar a resolver algunos de los mayores enigmas sobre la composición y el campo magnético de este planeta.
El misterio de Mercurio
Mercurio presenta varios misterios intrigantes. A pesar de ser un planeta pequeño y aparentemente geológicamente inactivo, posee un campo magnético, aunque mucho más débil que el de la Tierra.
En su mometno, la misión Messenger de la NASA identificó parches oscuros en su superficie que resultaron ser grafito, una forma de carbono. Estas peculiaridades llevaron a Yanhao Lin, científico en el Centro de Ciencia y Tecnología Avanzada de Investigación de Alta Presión en Beijing, a investigar más a fondo el interior del planeta.
¿Por qué Mercurio tiene tantos diamantes?
A pesar de sus singularidades, se sospecha que Mercurio se formó de manera similar a otros planetas terrestres: a partir del enfriamiento de un océano de magma caliente. En el caso de Mercurio, este océano probablemente era rico en carbono y silicatos. Primero, los metales se coagularon en su interior, formando un núcleo central, mientras que el magma restante se cristalizó en el manto medio y la corteza exterior del planeta.
Durante años, los investigadores pensaron que la temperatura y presión del manto eran suficientes para que el carbono formara grafito. Sin embargo, un estudio de 2019 sugirió que el manto de Mercurio podría ser 80 kilómetros más profundo de lo que se pensaba, lo que aumentaría considerablemente la presión y la temperatura en el límite entre el núcleo y el manto, creando condiciones para que el carbono se cristalizara en diamante, reportó LiveScience.
¿Cómo descubrieron que hay diamantes en Mercurio?
Para averiguar esta posibilidad, un equipo de investigadores belgas y chinos, incluido Lin, preparó mezclas químicas que incluían hierro, sílice y carbono. Estas mezclas, similares en composición a ciertos tipos de meteoritos, imitan el océano de magma de Mercurio. Además, inundaron estas mezclas con diferentes cantidades de sulfuro de hierro, ya que la superficie actual de Mercurio también es rica en azufre.
Utilizando una prensa de múltiples yunques, el equipo sometió las mezclas químicas a presiones de 7 gigapascales y temperaturas de hasta 1,970 grados Celsius. Estas condiciones extremas simulan las existentes en el interior profundo de Mercurio. Además, emplearon modelos computacionales para obtener mediciones más precisas de la presión y temperatura en el límite del núcleo y el manto, además de simular las condiciones físicas bajo las cuales el grafito o el diamante serían estables.
Los experimentos mostraron que minerales como la olivina probablemente se formaron en el manto, un hallazgo coherente con estudios previos. El equipo también descubrió que al agregar azufre a la mezcla química, esta se solidificaba solo a temperaturas mucho más altas, condiciones más favorables para la formación de diamantes.
Las simulaciones computacionales mostraron que, bajo estas condiciones revisadas, los diamantes podrían haberse cristalizado cuando el núcleo interno de Mercurio se solidificó y luego flotaron hasta el límite del núcleo y el manto, formando una capa con un espesor promedio de aproximadamente 15 kilómetros.
¿Se podrán extraer estos diamantes?
Extraer estos diamantes no es posible debido a las temperaturas extremas del planeta y a que los diamantes se encuentran a unos 480 kilómetros debajo de la superficie
Por otro lado, estas gemas son importantes porque podrían ser responsables del campo magnético de Mercurio, ya que los diamantes pueden ayudar a transferir calor entre el núcleo y el manto, lo que crearía diferencias de temperatura y causaría que el hierro líquido se arremoline, generando así un campo magnético.
Los resultados también podrían ayudar a explicar cómo evolucionan los exoplanetas ricos en carbono, ya que los procesos que llevaron a la formación de una capa de diamantes en Mercurio también podrían haber ocurrido en otros planetas, dejando potencialmente firmas similares, explicó Lin.
Misión BepiColombo
Más pistas podrían venir de BepiColombo, una misión conjunta de la Agencia Espacial Europea y la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón. Lanzada en 2018, la nave espacial está programada para comenzar a orbitar Mercurio en 2025, proporcionando más datos sobre este intrigante planeta y sus posibles tesoros ocultos.
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