¿Es cierto que los perros se parecen a sus dueños? Esto dice la ciencia

Existen muchos mitos alrededor de los animales, y uno de los más famosos es el que sostiene que los perros y sus dueños se parecen entre sí. Pero, ¿realmente es posible que mascota y humano lleguen a tener semejanzas?

Katrina Holland, investigadora en Dogs Trust, organización de bienestar animal en el Reino Unido, mencionó para Live Science que aunque no es un fenómeno universal, hay cierta evidencia de que los perros de raza pura y sus dueños tienden a parecerse entre sí en algún nivel, lo que sugiere que hay una tendencia a compartir características físicas con sus dueños.

Estudios sobre la similitud de perros y humanos

Varios estudios científicos han demostrado que las personas pueden emparejar exitosamente fotos de perros de raza pura con fotos de sus dueños por encima del azar. Uno publicado en 2015 encontró que los participantes podían emparejar perros con sus dueños independientemente de si se les decía que escogieran las parejas reales o solo las que se parecían. Esto indica que es la apariencia física, y no otro elemento, lo que se utiliza para hacer estos juicios.

Importancia de las características faciales

Las características faciales, especialmente los ojos, son fundamentales para la percepción de semejanza. Un estudio de 2015 encontró que cuando se mostraban parejas reales y falsas de dueños y perros, los participantes eran igualmente exitosos al emparejar cuando veían solo la región de los ojos, como cuando veían la cara completa o la cara con la boca cubierta. Pero cuando se ocultaba la región de los ojos, la tasa de éxito caía al 50-50.

¿Por qué los perros se parecen a sus dueños?

Otra investigación, también de 2015 sugiere que probablemente elegimos perros que se parecen a nosotros desde el principio. Un estudio de 2004 encontró que el tiempo que una persona había tenido a su perro no estaba correlacionado con su semejanza; los participantes eran igualmente exitosos al identificar las parejas dueño-perro, independientemente de cuánto tiempo hubieran estado juntos.

Una hipótesis es que las personas tienden a buscar otros individuos, incluidos compañeros, que se parezcan a ellos. Los investigadores sugieren que lo mismo ocurre cuando las personas eligen a sus mascotas. Para Holland, puede ser que prefiramos perros que se parecen a nosotros debido al ‘efecto de mera exposición’, en el cual las personas prefieren elementos familiares (es decir, sus propios rostros, vistos frecuentemente a través de la exposición al espejo) sobre aquellos que no han visto antes o han visto menos”.

La semejanza no se limita a la apariencia, ya que según la experta, los hallazgos de un estudio reciente indican que los perros y sus dueños se parecen entre sí en las cinco grandes dimensiones de la personalidad:

• Extroversión
• Amabilidad
• Apertura
• Responsabilidad
• Neuroticismo

Estos hallazgos también apoyan la idea de que seleccionamos mascotas que son similares a nosotros, no solo en apariencia, sino también en comportamiento.

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