La realidad detrás de los campeones olímpicos de la Antigua Grecia
El famoso lema “Lo más importante en los Juegos Olímpicos no es ganar, sino participar” ha sido atribuido erróneamente a los antiguos juegos.
Los primeros campeones olímpicos de la Antigua Grecia no solo eran atletas destacados, sino que también gozaban de un estatus social y político significativo, a menudo con el poder casi mítico de “curar”. Estos atletas superestrellas tenían una influencia que iba más allá del ámbito deportivo, transformándose en celebridades de su tiempo.
El famoso lema “Lo más importante en los Juegos Olímpicos no es ganar, sino participar” ha sido atribuido erróneamente a los antiguos juegos. En realidad, esta frase pertenece al Barón Pierre de Coubertin, el aristócrata francés y teórico de la educación, quien es conocido como el padre de los Juegos Olímpicos modernos.
Coubertin, apasionado por el ideal clásico, fundó los Juegos Olímpicos modernos en 1896 en Atenas, intentando revivir el espíritu de los antiguos juegos con un enfoque en la moralidad y la camaradería internacional. Sin embargo, su visión de un evento desprovisto de premios monetarios y completamente amateur pronto se vio cuestionada por las realidades del deporte.
Los Juegos Olímpicos de la Antigua Grecia
Durante la Antigua Grecia, el concepto de “amateurismo” en los juegos olímpicos no era tan puro como se cree. En los tiempos de los primeros Juegos Olímpicos, celebrados desde 776 a.C., los atletas eran ampliamente reconocidos y recompensados. Aunque los eventos en la categoría de “juegos de la guirnalda” ofrecían premios simbólicos como guirnaldas, los “juegos de premios materiales” ofrecían recompensas significativas.
Por ejemplo, los Juegos Panatenaicos de Atenas premiaban al ganador con 100 ánforas de aceite de oliva, una cantidad equivalente al salario de cuatro años de un trabajador cualificado. En algunos casos, los premios eran aún mayores, como los 30,000 dracmas que recibía un ganador olímpico en Asia Menor durante el siglo II a.C.
El Papel de la Aristocracia y la Democracia del Deporte
Contrario a la creencia popular de que los atletas griegos eran exclusivamente nobles y desinteresados, investigaciones recientes han revelado que los deportistas profesionales también podían provenir de las clases bajas. La realidad era que el deporte griego estaba profundamente vinculado a intereses sociales y políticos desde etapas tempranas. La idea de que los atletas de las clases bajas solo comenzaron a competir en los juegos en el siglo V a.C. ha sido revisada, y se ha demostrado que este proceso comenzó mucho antes.
Los atletas de clase baja a menudo utilizaban premios de competiciones locales para financiar su participación en eventos más grandes. Además, las instalaciones deportivas públicas, que surgieron a finales del siglo VI a.C., facilitaron el acceso al deporte para una gama más amplia de ciudadanos.
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Recompensas y reconocimientos
Al igual que hoy, los atletas victoriosos en la Antigua Grecia recibían un reconocimiento exuberante al regresar a su ciudad natal. Las ciudades premiaban a sus campeones con sumas considerables de dinero, estatuas y otros beneficios, reflejando la importancia de representar a su comunidad en los juegos. Estas recompensas eran una forma de expresar el orgullo y la gratitud de la ciudad hacia sus campeones.
La noción de que el profesionalismo y la búsqueda de premios eran elementos corruptores en el deporte griego ha sido cuestionada. Los estudios indican que la participación y la competición en los juegos, así como los beneficios obtenidos, formaban parte integral del mundo deportivo griego, tal como sucede en el deporte moderno.
Con información de Natgeo.