¿Cuáles fueron los primeros animales en tener relaciones sexuales?

La reproducción sexual es un proceso que ha estado presente en la evolución de los seres vivos por cientos de millones de años.

Los animales, desde gatos y perros hasta aves y abejas, se reproducen sexualmente. Pero, ¿cuáles fueron los primeros animales en tener relaciones sexuales?

Los primeros animales en existir

De acuerdo a un reporte de Live Science, los primeros animales en tener relaciones sexuales fueron los antepasados de las epsonjas marinas, los primeros en existir.

Estos animales surgieron hace aproximadamente 800 millones de años y vivieron en el océano. Se parecían a las esponjas que conocemos hoy en día, las cuales se reproducen sexualmente expulsando células de esperma y óvulos al agua, donde se combinan para formar nuevas larvas de esponja.

Evolución de la reproducción sexual

La reproducción sexual no comenzó con los animales. John Logsdon, profesor de biología en la Universidad de Iowa, señala que la reproducción sexual ya existía antes de que los animales aparecieran.

La clave de este proceso está en la meiosis, una forma de división celular que crea células reproductivas en eucariotas, como animales, plantas y hongos. Los eucariotas evolucionaron hace aproximadamente 2 mil millones de años, cuando formas de vida simples como bacterias participaban en algún tipo de intercambio genético.

Primera evidencia de copulación

Aunque la reproducción sexual en esponjas y bacterias es diferente del acto sexual que conocemos hoy, la primera evidencia de copulación se encuentra en fósiles de peces antiguos.

Según John Long, profesor de paleontología en la Universidad de Flinders en Australia, los peces placodermos del período Devónico, como Microbrachius dicki, presentan la primera evidencia de copulación interna.

Beneficios de la reproducción sexual

La reproducción sexual en animales ha ofrecido varios beneficios. Uno de ellos es que los descendientes obtienen genes de ambos padres, a diferencia de la reproducción asexual, donde los descendientes solo obtienen genes de un padre.

Esta mezcla de genes permite a los animales adaptarse mejor a los cambios en su entorno. Según Long, esta diversidad genética aumenta la supervivencia frente a enfermedades, cambios ambientales y otros factores que podrían afectar a la especie.

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