Estudio sugiere que los estribas egipcios podrían haber sufrido estrés laboral
De estos, 30 fueron identificados como escribas, y sus esqueletos revelaron una serie de cambios articulares y lesiones, reflejo de las posturas mantenidas y las tareas repetitivas inherentes a su oficio.
MÉXICO.-En la rica historia del Antiguo Egipto, el estrés laboral y las lesiones ocupacionales no eran desconocidos para los escribas, los “oficinistas” de la antigüedad.
Tal como recuperó National Geographic, en un estudio reciente realizado por un equipo de investigadores de la Universidad Carolina de Praga y el Museo Nacional de Praga, publicado en Nature Scientific Reports, analizó los restos óseos de 69 hombres adultos de la necrópolis de Abusir, pertenecientes al Reino Antiguo (2700-2180 a.C.).
De estos, 30 fueron identificados como escribas, y sus esqueletos revelaron una serie de cambios articulares y lesiones, reflejo de las posturas mantenidas y las tareas repetitivas inherentes a su oficio.
El estudio documenta cómo estos escribas sufrían sobrecargas musculares y articulares en diversas partes del cuerpo, desde la columna cervical hasta los pulgares, rodillas y mandíbulas. Estas lesiones, muchas de las cuales también son comunes entre los oficinistas modernos, eran consecuencia de las largas horas que los escribas pasaban en posturas no ergonómicas, como sentados con las piernas cruzadas o en cuclillas. Si bien estas posiciones facilitaban la escritura, resultaban perjudiciales para su salud musculoesquelética.
Comparación de antiguos estribas y trabajadores de oficina.
La comparación entre los antiguos escribas y los actuales trabajadores de oficina es inevitable. Petra Brukner Havelková, autora principal del estudio, subraya que los escribas experimentaban tensiones en la columna cervical similares a las que sufren hoy quienes pasan largas horas frente a una computadora. La osteoartritis en manos y muñecas por el uso excesivo de herramientas de escritura, y los cambios en la columna lumbar por estar sentados durante períodos prolongados, son problemas que comparten con los trabajadores modernos.
Además de las lesiones más obvias, el estudio revela aspectos sorprendentes como el desgaste asimétrico de los dientes y las lesiones en los pulgares. Se sugiere que estos problemas podrían haber sido causados por la costumbre de masticar las plumas de junco utilizadas para escribir, lo que también habría causado desgaste dental, o por el repetido pellizco de los instrumentos de escritura.
La vida de los escribas en el Antiguo Egipto: un vistazo a los “oficinistas” de la antigüedad
Sin embargo, a diferencia de la actualidad, los escribas ocupaban un lugar privilegiado en la sociedad egipcia. En un mundo mayoritariamente analfabeto, estos profesionales eran fundamentales para la burocracia faraónica, asumiendo responsabilidades cruciales como la gestión de excedentes alimentarios y la recaudación de impuestos.
Sin su trabajo, la compleja estructura administrativa del imperio habría colapsado. Algunos escribas alcanzaron tal nivel de influencia que se les confiaron tareas delicadas como la correspondencia real y otros asuntos administrativos de alto rango.
Un texto icónico que resalta la importancia de los escribas es la “Sátira de los oficios”. En este, un escriba llamado Dua-Hety intenta convencer a su hijo Pepy de las ventajas de seguir sus pasos, alabando las virtudes de esta profesión mientras se burla, con un toque de humor, de otros oficios. Este documento nos ofrece una valiosa perspectiva sobre el respeto y estatus social que los escribas gozaban en su época.
El papel crucial de los escribas también se refleja en las numerosas estatuas que han sobrevivido hasta nuestros días. En estas representaciones, los escribas aparecen en su postura típica: sentados en el suelo con las piernas cruzadas y un papiro en el regazo. Esta imagen, común en el arte egipcio, también nos invita a reflexionar sobre las condiciones laborales de estos antiguos “oficinistas”.
A pesar de los riesgos y las molestias físicas asociadas al trabajo de escriba, el respeto y la importancia de esta profesión en el Antiguo Egipto eran innegables. Las estatuas, los textos y ahora la investigación científica nos muestran un oficio que, aunque no exento de sacrificios, ofrecía un estatus y una relevancia social únicos. Como lo expresa la “Sátira de los oficios”, no había nada más valioso que los libros y la escritura, un conocimiento considerado un tesoro mayor que cualquier otro oficio terrenal.
Este reciente estudio no solo nos permite entender mejor las condiciones de vida de estos antiguos escribas, sino que también nos invita a reflexionar sobre la naturaleza del trabajo en sí, los riesgos que aún persisten y cómo, a lo largo de los milenios, algunas cosas nunca cambian.
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